El conocimiento racional genera personas prudentes, que suelen acabar siendo sabias.
La ignorancia genera personas atrevidas, de donde afloran los catedráticos de bar.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
El conocimiento racional genera personas prudentes, que suelen acabar siendo sabias.
La ignorancia genera personas atrevidas, de donde afloran los catedráticos de bar.
Lo bueno que tiene el Mundial de fútbol es que te metes en cualquier bar a tomar un vino y, como estén dando un partido, aparece un nutrido grupo de catedráticos que, al no estar reconocidos ni por Harvard ni por su cuñada, necesitan hacer ver ante la multitud de la media docena de parroquianos de la barra sus amplios e incontestables saberes. Los hay de Estrategias infalibles, de Tácticas goleadoras eficaces, de Sistemas de entrenamientos mucho mejores, de Lo que tenía que haber hecho y de Ya te lo había dicho yo mucho antes. Suelen salir a la luz cuando más falta hacen a la causa, esto es, cuando pierde el equipo que se esperaba que ganase. Haz la prueba. Si esta noche empieza a perder España –ojalá el destino no lo tenga contemplado así-, sal rápidamente a la calle y entra en cualquier bar. Seguro que ves allí a todo el Claustro reunido y emitiendo informes definitivos para salvar la situación. Es lo que tiene el fútbol.