El 28 de junio de 1992, frente al Guggenheim de SoHo, unas quinientas personas alzaron pancartas con una sola pregunta: ¿Dónde está Ana Mendieta? La exposición inaugural mostraba trabajos de una mujer y cuatro hombres; entre ellos figuraba Carl Andre, acusado de la muerte de Ana en 1985. Dentro, el museo inauguraba su muestra; fuera, el nombre de Mendieta flotaba como un fantasma imposible de silenciar. Veinticuatro años después, el 16 de junio de 2016, en la puerta del Tate Modern, durante la apertura del nuevo edificio Blavatnik, activistas volvieron a levantar las mismas pancartas y la misma pregunta. El trabajo de Andre colgaba de las paredes; el de Mendieta permanecía ausente...
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