Un ser bueno se junta con cinco seres
malos. Hay otro ser que hace de jefe. Por el mero hecho de ser uno
bueno, los otros seres se sienten a disgusto, como descubiertos, y no
tolerarán la existencia de un ser bueno entre ellos. Harán lo
posible ante el jefe para que eche al ser bueno. El jefe no entiende
de bondad y de maldad, sino de calma, y el bueno es un elemento que,
aunque no lo quiera, declara la guerra a los malos. Estos intentarán
derrotar al bueno a través del jefe, que sólo tiene dinero, pero
que no se entera de nada más. El bueno acabará yéndose y los malos
seguirán igual, haciéndole daño al mundo, recibiendo las lisonjas
de quienes no distinguen entre el bien y el mal y siendo malos, seres
malos. El bueno, cuando está rodeado de malos, siempre pierde.
Buenas noches. Besos y abrazos. Sed buenos y tened suerte.