Hay que vencer siempre, sobre todo en
aquellas situaciones en las que el problema sea el efecto de una
actitud mental que, sin ningún motivo justificado, nos intenta
superar. Si nos dejamos comer el terreno por temores infundados, por
hipótesis improbables o por las consecuencias del cansancio,
estamos, de entrada, perdidos.
Buenas noches.