Hace algún tiempo que vengo diciendo
que en los casos de violencia de género no podemos limitarnos a una
reacción fundamentalmente afectiva de solidaridad con la víctima.
Creo que hay que tomar un poco de distancia del hecho y darse cuenta
de que no solo hay una mujer atacada, violentada o asesinada. Hay
también, y fundamentalmente, un asesino, un hombre que la ha
asesinado y que es el responsable del acto. No concentramos en la
pobre mujer y en las lágrimas que genera a su alrededor, porque
parece que eso vende en los medios de comunicación y porque nos han
acostumbrado a eso, y nos olvidamos del asesino, del hombre que ha
asesinado a una mujer que creía estúpidamente que le pertenecía,
que le tenía que obedecer y soportar su dominio, y que era dueño de
su vida.
La noticia no debe ser solo que haya 1001 víctimas de
violencia de género, sino que hay 1001 asesinos.
Buenas noches.