No está clara la etimología de
carajo. En todo caso, el carajo es el nombre que se le daba en la edad media a una plataforma circular situada en lo más alto del palo mayor de los barcos veleros. Desde ella se divisaba la tierra firme u otros barcos. Cuando se quería castigar a algún marinero o, simplemente, cuando después de estar mucho tiempo en la mar se encontraba muy nervioso, se le enviaba durante algún tiempo al carajo. Era el peor destino que podía tener porque estar mucho tiempo allí arriba era muy duro. El sol durante el día, el frío de noche y los vaivenes del barco, que se sentían con mayor intensidad en ese lugar, producían unos mareos y unas náuseas tremendos. Todo ello hacía que el marireno volviera de su castigo "acarajotado", es decir, mareado, cansado, agotado, como medio ido.
Mandar al carajo equivaldría hoy a mandar lejos a alguien que no nos deja vivir, a ver si vuelve más sosegado y deja de darnos la lata.
No sé si, en lugar de chirimbolos, habría que instalar carajos en la vía pública. Porque ¿a que tú tienes varios candidatos?
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