Tienes dos opciones. O te dejas llevar
a ver qué pasa y que salga bueno el día, o te lo preparas, aunque
sólo sea un poco, para intentar sacarle el mayor partido posible. Yo
prefiero lo segundo. Seguramente hoy no trabajes, pero tienes que
vivir, o sea, tienes que disfrutar todo lo que puedas de todo lo que
te encuentres y tienes que pensar también en los que puede que te
necesiten, en los que estén esperando una llamada tuya o una visita
o un gesto. No te olvides de que hoy sólo tienes 24 horas para
sentir que tienes vida. Vamos allá. Comámonos el mundo. Hasta
cansarnos. Hasta hartarnos. Buenos días.