Del baile surge una especie de energía
misteriosa que es captada por quien baila, pero también puede que lo sea por quien
contempla el baile.
Bailar es una manera de reír, de
llorar, de gritar y de vivir.
En el baile se muestra que ser libres no
consiste en hacer lo que a cada cual le da la gana, sino en ser
capaces de hacer lo que hay que hacer.
Se baila con todo el cuerpo y con toda
el alma.
Buenas noches.