La cama debe ser un lugar solo para la
alegría. Ni se te ocurra ponerte a pensar en la cama en problemas,
preocupaciones o tristezas. En la cama estas cosas se exageran una
barbaridad y cobran tintes angustiosos. Piensa solo en cosas
agradables, bellas, positivas y amables. Da igual que no sean reales.
Son las que te permitirán dormir. Y si no lo consigues, te levantas
un rato, te tomas algo calentito y vuelves luego.
Buenas noches.