Todos tenemos múltiples necesidades,
de personas y de cosas, pero hay personalidades débiles para las que
ciertas necesidades se hacen indispensables y se convierten en
exigencias. Hay quienes, por ejemplo, no pueden vivir sin el
reconocimiento por parte de los demás de una supuesta superioridad
sobre ellos o sin la aceptación de la enorme valía que imaginan tener. Estas exigencias no son más que muestras de debilidad
revestida de fantasmadas.
Buenas noches.