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miércoles, 3 de julio de 2019

Buenas noches. Ganar




En la ciudad gana el más razonable. En la jungla, el más bruto. 

Buenas noches.


jueves, 23 de mayo de 2019

Buenos días. La ciudad



Una ciudad no es el jardín particular de alguien, sino el hogar de todos. Es el lugar del respeto. 

Buenos días.

sábado, 9 de marzo de 2019

Buenos días. Ciudad




Tiene que ser una ciudad, no una selva ni un desierto. 

Buenos días.


sábado, 12 de marzo de 2016

Buenas noches. El criterio


Fragmento de una obra de Marina Núñez

En la ciudad nos debemos regir por el criterio de la justicia. 

Para unos, la justicia consiste en darle a cada cual lo que merece, lo que está de acuerdo con sus méritos. 

Para otros, la justicia es darle a cada uno lo que necesita, lo que requiere para poder vivir dignamente. 

Sea como sea, parece claro que el criterio en la ciudad debe ser la justicia.


Pero entre tú y yo, que somos pareja o amigos o conocidos o colegas o vecinos, el criterio debería ser el del amor, el de darte más, si es posible, de lo que mereces o de lo que necesitas. 

¿O no?

Buenas noches.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Buenas noches. Valores




Los valores que defendemos en la política (por ejemplo, la democracia, la justicia, la igualdad de derechos, la libertad, etc.) son exactamente los mismos que debemos defender en la ciudad y, particularmente, en esa pequeña ciudad que es la casa. 

Buenas noches.

lunes, 6 de octubre de 2014

.Buenas noches. Mundos




Dos mundos. La selva, llena de animales de todo tipo, y la ciudad, llena de animales de todo tipo. Luego, está el tercer mundo, que lo forman los de siempre, los pobres de todo tipo. 

Buenas noches.

martes, 1 de enero de 2013

Lo que se ve. Selva



En la selva hay más libertad que igualdad. En cualquier selva. Incluso en algunas ciudades.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Mirando por la ventana. La selva




En la selva el animal más débil sucumbe y muere antes que el fuerte. Pero en la ciudad, en donde no hay animales, sino seres humanos, los más débiles deberían ser protegidos y cuidados para que sus carencias no fueran un impedimento para sus vidas. Esto es lo que normalmente se pretende que ocurra, salvo cuando gobiernan los neoliberales. Entonces la ciudad se convierte otra vez en una selva.

jueves, 19 de enero de 2012

La selva y la ciudad



El neoliberal está más cercano a la naturaleza que el socialista. Aquél cree en la libertad, que le permite luchar frente a los otros. Cree en la eficacia del poder, de la fuerza. Y cree en la salvación individual, en la resolución por cada uno de sus propios problemas. Su mundo es una especie de selva decorada con leds y con corbatas de Hermés, en donde viven él y los suyos.

El socialista, en cambio, ha dado el difícil paso de la cultura. Ha logrado sustituir la lucha contra el otro por la colaboración con todos. Cree en la salvación colectiva, le gusta la libertad, pero, sobre todo, cree en el valor y en la eficacia de la igualdad, de la justicia social y de la solidaridad. Su mundo es la ciudad, en la que caben todos los seres humanos. Ha descubierto al otro, que también es, como él e igual que él, un ser humano.

jueves, 20 de octubre de 2011

Perros


Fíjate y verás que las esquinas de la ciudad, las bases de las señales de tráfico, los pies de los árboles están sucios y oscuros por los orines de los perros. Te encuentras por las aceras multitud de excrementos de perros con los que te resbalas o te manchas. ¿Por qué tantos perros en la ciudad? ¿Qué tipo de sociedad hemos hecho en la que hay tantos perros? ¿Cómo es que se necesitan los perros? ¿Qué tipo de personas tienen esos perros con tan pocos conocimientos de cómo tenerlos sin molestar a los demás?

jueves, 24 de febrero de 2011

Contraste



Salir de casa. Sentir el fresco de la mañana en la cara como si te acariciara un largo paño de seda. Ver el durísimo esfuerzo del día, que quiere escalar decididamente por el precipicio del horizonte lanzando al mundo el rojo amanecer y anunciando un nuevo día de sol. Oír el trino de los pájaros, una melodía sin partitura, improvisada, rebosante de belleza y de armonía, que me recuerda que más allá de los humos y de los ruidos aún hay Naturaleza. Oler el romero al pasar y las rosas y el tomillo limonero. Y llegar a la calle.

Qué corto es el jardín y qué largo es el día.

sábado, 27 de marzo de 2010