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miércoles, 22 de noviembre de 2023

Chulería

 


La chulería suele ser una huida hacia adelante que tapa las carencias del ignorante.

domingo, 8 de agosto de 2021

Desembocaduras


La ignorancia suele desembocar en la chulería hueca.
La sabiduría lo suele hacer en la humildad llena.
Sugiero que tengamos cuidado.

sábado, 17 de abril de 2021

Hombres




 Es muy molesto y descorazonador escuchar a media docena de hombres tomando cervezas en un bar. Aparecen en seguida los machos, la chulería, la competición para ver quién es más algo en algo, los gritos innecesarios, el embrutecimiento destructivo, la nada hecha ruido. En cuanto ocurre, me voy.

viernes, 29 de mayo de 2020

Política Limpia



No me gustó nada el comportamiento de Pablo Iglesias ayer en la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social del país.

Hay algo en lo que la derecha gana claramente a la izquierda, en muchos lugares, pero sobre todo, aquí. Es el asunto de la estrategia. 

La de la derecha es simple: no tiene grandes cosas que ofrecerle a los ciudadanos y lo único que busca es instalarse en el poder y lucrarse. Para conseguirlo le vale todo, y han elegido la crispación como el instrumento básico, porque esperan que insistiendo e insistiendo lograrán el desgaste del Gobierno. 

La de la izquierda es más complicada porque es más compleja. Tiene más que ofrecerle a los ciudadanos, pero para ello necesita una estrategia de pactos, de negociaciones, y eso, en medio de esta España, es sumamente difícil de llevar a cabo. Hoy, por ejemplo, se va a aprobar una Renta Mínima Vital para que 850.000 familias que no tienen ningún ingreso, puedan sobrevivir. Creo que esto debería ser un motivo de alegría para cualquier persona de bien. Incluso debería pedirse que cuando fuera posible, esta Renta subiera de cuantía, con las condiciones que fueran necesarias. Y, sin embargo, ni la ultraderecha, ni la derecha cada vez más ultra ni siquiera la Iglesia Católica están de acuerdo con esta medida. Como si no hubieran visto nunca las larguísimas colas de ciudadanos hambrientos que piden algo de comer. Si te pones en el lugar del Gobierno posiblemente entiendas que dialogar y negociar con estos señores debe de ser desagradable y desalentador.

Pero lo anterior no justifica que un miembro del Gobierno no tenga el aguante suficiente como para no caer en una provocación y para defender sus ideas sin hundirse en las redes de la crispación. Se puede estar de acuerdo en que un político no tenga inconveniente en dialogar con Puigdemon. ¿Por qué no iba a hacerlo? Otros, sin embargo, no lo harían, y ambas posturas son opinables, pero pasar de ahí a lo del golpe de estado (¿por qué diría esto?) revela algo que, en mi opinión, Pablo Iglesias ya había dado muestras antes de poseer: un globo en su interior que de vez en cuando se infla y empuja a salir al ego inflamable que posee. Un político maduro debería controlar esos impulsos y debería evitar caer en la chulería, porque este vicio psicológico destruye más que crea. Ese “Cierre usted la puerta” final no lo puede pronunciar más que un chulo, y la chulería suele intentar esconder a alguien que ataca para defenderse, que está inseguro y que tiene que echar mano de esos exabruptos para aparentar que es superior. Allá los chulos con su chulería, pero en un político que ocupa un cargo en el Gobierno estos comportamientos son improcedentes. Y, además, contraproducentes.

Ojalá este hubiera sido un episodio aislado. El caso es que por la tarde, hubo otro episodio parecido. Incluso al ministro Illa intentaron que hiciera lo que no quería.

¿Cuándo se podrá hacer política limpia en este país?

viernes, 12 de mayo de 2017

Buenos días. Osadía 112




Atrévete a desterrar cualquier cualquier posible detalle de chulería. 

Hay quienes se dan cuenta de que la chulería, además de ser una muestra de estupidez y de falta de elegancia, es un signo de evidente debilidad. 

Buenos días.

martes, 9 de diciembre de 2014

Buenas noches. Dos maneras



El chulo, siendo pequeño, aspira a aparecer como grande. El vacío se ha apoderado de él.

El humilde, siendo grande, se considera pequeño y procura llenar su vida sin necesidad de aparentar nada.

Son dos maneras de entender la vida. O de no entenderla.



Buenas noches.

martes, 5 de agosto de 2014

Buenas noches. La ignorancia




Lamentablemente tengo que insistir. Cuanto más ignorante es una persona, con más fuerza y con mayor seguridad afirma su error. Contemplar esto me asusta. Ni el menor asomo de duda, ni de autocrítica, ni de la posibilidad de que las cosas sean de otra manera. Sólo una chulería hueca, vacía de racionalidad, dura como una piedra. La ausencia de sentido del ridículo y el poco cuidado para no hacer daño a los demás es lo que resalta más. Qué horror. Buenas noches.

lunes, 26 de marzo de 2012

Un mundo de todos





Estos señoritos, en su chulería, se olvidaron una vez más de que el mundo es de todos, no sólo de ellos. Se olvidaron de que no se puede engañar impunemente a la gente, de que a quien tomas por tonto, si no lo es, te acaba descubriendo y rechazando.

No hay nada menos rentable que obligar a los demás a ponerse a la defensiva porque se está así invadiendo su libertad, sus derechos, su espacio existencial. Si los expulsas de su mundo, en cuanto se den cuenta, nunca entrarán en el tuyo. Hay muchos aficionados a gobernantes que no se dan cuenta de esto y, torpeza tras torpeza, van desaprovechando sus oportunidades. Es lo que les pasa a estos políticos chulos, poco inteligentes y que sitúan su acción fuera del campo de la razón, que se dedican a ordenar el mundo con sus criterios, en lugar de organizarlo con los de todos, y que se creen con derecho a usar a los demás para favorecer sus intereses particulares. Mentes simples, torpes y peligrosas que deberían comenzar por no minusvalorar a los demás.

Siempre es el momento, pero ahora más, de intentar crear un mundo en el que quepamos todos, de escuchar a todos, de darle oportunidades reales a todos, de que una educación crítica y veraz y una cultura que ayude a vivir puedan llegar a todos, de que las condiciones materiales para vivir con dignidad puedan estar a disposición de todos.

Ya es hora de que los señoritos se bajen del burro que ellos creen cabalo. Y de que los que van en burro, o incluso sin él, se den cuenta de que también tienen derecho a aspirar a tener un caballo.  

martes, 7 de febrero de 2012

Se están riendo de ti



Hace algo más de un año fui a comer con una persona a un restaurante de Madrid cercano al Congreso de los Diputados. El comedor era un salón largo, en el que cabrían unas seis o siete filas de mesas entre la entrada y el fondo. Nosotros nos pusimos en la primera fila, cerca de la puerta de entrada. En el fondo, en la última mesa, estaba el hoy ministro Montoro junto con tres o cuatro personas más. No había muchos comensales aquel día, pero me fue muy difícil mantener una conversación normal con mi acompañante por la cantidad de risotadas estentóreas que procedían de la mesa del señor Montoro y acompañantes. No comimos mal, pero fue una estancia desagradable por el clima de ordinariez, de falta de respeto y de ruido caprichoso creado por estos señores. Digamos que la impresión que teníamos allí es que estos señores iban a lo suyo, a hacer lo que les salía de sus adentros y que las posibles molestias a los demás les traían al fresco.

Hoy, viendo lo que el Ministerio de Educación ha hecho, con una chulería impresentable, con los temarios de las oposiciones, oyendo los proyectos del ministro Gallardón y sufriendo el estilo de gobierno del PP, me ha venido a la mente el episodio del restaurante. Los ciudadanos les importamos muy poco. Van a lo suyo y se ríen, pero de nosotros, ante la pasividad de los espectadores, que parece que no se enteran de nada. La única esperanza es que la rabia parece que va creciendo un poco.