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miércoles, 22 de enero de 2020

Buenos días. Privilegiado



¿Quién ve mejor el mundo?
El mundo es muy grande, enormemente grande.
¿Hay alguna mente privilegiada que acierte a tener la visión óptima del mundo, la buena, la que no admite ninguna crítica?
Esa prebenda que lo convierte en un ser superior ¿se la ha atribuido él mismo o se la ha otorgado alguien aún más superior que él?
Ese ser preeminente ¿es hombre o mujer? ¿en qué continente habita? ¿a qué cultura pertenece?
Ese ser extraordinario ¿destaca por sus valores humanos, por la defensa de los derechos de los seres humanos o por alguna facultad que favorezca a los seres humanos?
Si encuentras a ese ser excepcional, por favor, avísame sin demora.
Pero que sea realmente excepcional, no me vengas con zoquetes gritones ni con charlatanes encorbatados ni con timadores de medio pelo.
Tiene que ser alguien que provoque una confianza absoluta.
Absoluta.
Buenos días.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Buenas noches. Primavera



Les metieron en la mente la idea de que, por ser humanos, tenían que aceptar ciertos preceptos que les obligaba a cumplir un ser superior. Con esto quedaba claro que los seres humanos no eran libres, sino súbditos de ese ser más poderoso que ellos y que les obligaba a vivir de una determinada manera.

Les metieron en la cabeza la idea de que, por ser mujeres y porque lo ordenaba el mismo u otro ser superior, debían vestir de una forma concreta, obedecer a los varones y realizar ciertas funciones sociales, pero no otras. Con esto quedaba claro que las mujeres no eran libres, sino súbditas de los varones y de ese ser más poderoso que ellas.

Les metieron en la cabeza, en nombre de las religiones y a través de la educación, que podían creerse que eran seres libres, aunque, en realidad, no lo eran, porque todos ya nacían con obligaciones ineludibles con los seres superiores y, además, en el caso de las mujeres, con los varones. De paso, aprovecharon para amenazar con castigos terribles a quienes osaran desobedecer esos preceptos, con lo cual, a la vez, les metieron en la mente el miedo.

Los ciudadanos, mujeres y varones, con las mentes atascadas y enmohecidas con estas historias, no se han dado cuenta aún de que en realidad son libres, ni de que los poderes, aprovechando la situación, juegan con ellas y con ellos, que les entregan sus vidas para que sean los poderosos quienes las vivan.

El día improbable que empiecen a tomar conciencia de lo que que somos y de lo que deberíamos ser comenzará una preciosa y dura primavera de seres vivos, libres y autónomos. 

Buenas noches.