No confundas lo que soy con lo que tú
quieres que sea. No me idealices ni me descalifiques. No pretendas
imponerme tus costumbres. No me hagas sentir como tú, ni pensar como
tú, ni vivir como tú. No soy tu sucursal. Déjame ser yo. En la
puerta de la felicidad siempre hay una persona que me deja ser yo.
Buenas noches.