A pesar de nuestros propios errores, de
nuestros posibles grandes errores, siempre hay en nosotros un enorme
trozo de mármol que esculpir, un gran trabajo que realizar que nos
convierta en más valiosos, en más grandes. Sólo hay que tener
ganas de aprender a esculpir, a esculpirnos.
Buenas noches.