Todo es muy complejo y confuso.
Estamos, pero huimos y nos escondemos. Somos, pero no queremos ser.
No nos lo queremos preguntar y divagamos y nos divertimos y nos
divertimos mucho y hablamos y hablamos y debatimos, pero la pregunta
que no queremos hacernos es ¿qué le pasa al otro? ¿qué les pasa a
los otros? La gran droga, la que nos saca de este mundo, es
centrarnos solo en otra pregunta ¿qué me pasa a mí?, incluso ¿qué
le pasa a los míos? Tu vida y tú dependen de las preguntas que te
hagas. Buenas noches. Besos y abrazos.