Malos tiempos para lo que requiere
esfuerzo. La tentación de lo fácil, lo cómodo, lo inmediato, lo
que me apetece ahora mismo, lo que hacen todos es enorme. Y, sin
embargo, lo que merece de verdad la pena normalmente requiere
esfuerzo. Posiblemente lo que ocurra es que nos conformamos con
cualquier cosa o que hemos perdido la paciencia o que no tenemos
desarrollada la sensibilidad suficiente para distinguir lo que vale
de lo que no vale. No sé. Pero esto deberíamos planteárnoslo,
porque está en juego nuestro estilo de vida y nuestra propia vida.