Lamentable realidad la de las violencias contra las mujeres.
Los culpables son esos hombres que comienzan siendo machistas y terminan siendo violentos.
No basta con compadecerse de las mujeres violentadas. Toda la solidaridad con ellas es poca, pero los responsables, los protagonistas, los que tienen que cambiar su comportamiento son los hombres machistas que terminan siendo violentos.
Hay que tomar medidas políticas frente a este problema. Todo el peso de la ley debe caer sobre estos violentos, y toda la ayuda, sobre las mujeres.
Es intolerable que haya grupos políticos que quiten importancia a este problema. Se convierten en cómplices.
Las violencias contra las mujeres son un problema de terrorismo, pues los violentos usan el terror para dominar a las mujeres.
La solución a largo plazo es la educación, pero hay que tomarse muy en serio la manera de educar, tanto en la escuela como, sobre todo, en casa, porque es uno de los problemas más importantes que tiene hoy la sociedad.