Se vive más a gusto en el mundo si
fijamos nuestra atención en lo positivo que podamos encontrar, en
lugar de hacerlo en lo negativo. Pero lo negativo tiene una fuerza
enormemente expansiva, crece como si estuviera abonado y se nos
presenta delante con una facilidad y una frecuencia endiabladas. Es
como si estuviésemos condenados a vivir una existencia parcial,
seleccionada y entresacada de la realidad, para no caer en la
amargura, en el sinsabor y en la desesperanza de quien lo ve todo.
Buenas noches.