El deber

De las ideas de las que más contento estoy de haber aprendido, destaca la de que cuando se trata de actuar con otras personas, no me valen las ocurrencias, los deseos ni los caprichos, sino el deber. Entiendo que el sentido racional del deber se ha perdido hoy en buena medida, pero ni yo tengo la culpa ni encuentro otra manera de actuar humanamente, respetando a todos, construyendo algo que no haga daño a nadie y huyendo de cualquier egoísmo que siguiendo lo que me dice el deber.

Buenos días. Niebla

Estoy sentado en un bar, junto a una ventana que da a una plaza.
He llegado aquí huyendo del ruido, y, aunque hay mucha gente dentro, me es más fácil concentrarme.
Veo los edificios que tengo enfrente.
La gente pasa muy abrigada, porque fuera hace 0ºC.
Se ha levantado una niebla que se va espesando poco a poco.
Cada vez es más difícil distinguir lo que hay más allá del cristal.
Todo es borroso, confuso, como cualquier idea bien reflexionada, como cualquier opinión que no sea una mera ocurrencia, como todo lo que vivimos siendo conscientes de lo que vivimos.
Hoy está ahí fuera, pero la niebla está siempre dentro de nosotros, de casi todos nosotros.
Buenos días.

Buenas noches. Letal

Vivir de las ocurrencias o de los caprichos es letal para cualquier relación y para mantener una buena calidad de vida. 

Buenas noches.

Buenas noches. Ocurrencias

Nos estamos volviendo todos muy ocurrentes, por lo que se ve. Se nos ocurren cosas que no suelen pasar por el filtro previo de la reflexión y que muestran deseos que exigen una satisfacción prácticamente inmediata.

Buenas noches.

Buenos días. Osadía 37

Atrévete a no decir lo primero que se te ocurra. 

Buenos días.