Cada
vez hay más ciudadanos que solo ven dudas, inseguridades y ansiedad.
La derecha, a través de sus múltiples cauces, les ha hecho creer
que es posible un mundo sin dudas y sin inseguridades y se lo han
tragado como quien se toma una píldora de antibiótico. Nadie enseña
hoy a convivir con la duda y la inseguridad. En realidad es más
fácil vivir con ellas, porque hacerlo de otra manera es imposible.
Buenos días.