Me gusta estar siempre 'en
construcción', nunca terminado, siempre haciéndome, constantemente
siendo, sin llegar a ser del todo definitivamente. Me gusta ser como
las flores, que van creciendo poco a poco hasta que se hacen viejas y
se marchitan. Quiero ser como cualquier animal, que nace y va
creciendo sin parar hasta que se acaba. Prefiero ser como el mundo,
que va cambiando -al ritmo que le dejan-, pero va cambiando. Todo va
cambiando. Todo se va haciendo. Nada permanece. La vida es cambio,
intento de mejora, proyecto de progreso. El día que me pare me
convertiré en un viejo y, al día siguiente, desapareceré. Yo no
soy nada. Voy siendo. Buenos días.