Uno puede amar a alguien y, si quiere y
tiene suerte, nadie se enterará de ello. Pero si odia, todo el mundo
se dará pronto cuenta de su odio. Seguramente sea así porque eso es
lo que se pretende o porque el odio necesite hacerse público. Ocurre
en todos los conflictos pequeños y grandes, en todas las guerras. El odio inflama.
Buenas noches.