No sé si serán los miedos, o el hastío, o el cansancio, o el pasado que renace, o el futuro indeseado, o la fatalidad, pero hay veces que la vida se parece a un enjambre de abejas o de avispas que te atacan al subconsciente y que hace que te salgan ronchas en el alma y sarpullidos en la mente. Son días en los que estás aparentemente tranquilo, pero por dentro hay un jardín en el que crecen malas hierbas que te fastidian la vida y que, sin que uno pueda dominar conscientemente la situación, te estropean la existencia. Habrá que descansar mucho. Buenas noches, amigas y amigos. Respirad hondo. Intentad conseguir la relajación. Descansad. Besos y abrazos.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
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domingo, 2 de agosto de 2020
jueves, 19 de septiembre de 2019
Buenas noches. Fuera de juego
Hacer lo que a uno le apetece, sin tener en cuenta nada ni a nadie más, debe de ser muy relajante, pero los demás es posible que se queden fuera de juego.
Buenas noches.
miércoles, 26 de diciembre de 2018
martes, 13 de noviembre de 2018
lunes, 3 de abril de 2017
Momentos
Son estos momentos para relajarse; para bajar los hombros; para respirar hondo muchas veces; para mirar, si es posible, las estrellas; para dibujar una sonrisa en el rostro, aunque no tengamos motivos para hacerlo; para sentirse vivo y con ganas de vivir; para leer algún poema que nos descubra la vida oculta, pero real, en el mundo; para darse cuenta de que la vida es corta y de que hay que organizarla humanamente; para pensar que no hay que guardarse el cariño ni, mucho menos, matarlo a golpes de prejuicios o de miedos; para convencerse de que la solidaridad es necesaria, pero que implica una decisión nuestra; para desear salir mañana a la calle a encontrar algo que valga, aunque sea una sonrisa de otra persona o un paisaje o un hecho; para dejar que la belleza nos haga suyos; para perdonar, olvidar o prescindir de quien no nos deja vivir; para darnos abrazos a cada momento llenos de cariño, porque la vida es corta y hay que construírsela, cada cual la suya, con los demás; para que dejemos que el amor entre en nuestra mente y haga en nosotros todo lo que él sabe hacer; para que podamos descansar en paz sin morirnos.
Buenas noches. Besos y abrazos.
lunes, 26 de diciembre de 2016
jueves, 8 de diciembre de 2016
Buenas noches. Abrazos
La
vida ayer me obsequió con dos abrazos. Uno, de I.E., y otro de M.E..
Un
abrazo es una manifestación de cariño de la mejor calidad posible.
En
un abrazo uno entrega su cuerpo sin reservas a la otra persona, para
que aplique sobre él su fuerza, sus caricias con sus manos, sus
mejillas, sus besos, sus emociones, sus palabras y su tiempo. El cuerpo que te recibe se convierte por un rato en tu refugio, en tu hogar transitorio, en tu apoyo, en tu mundo compartido.
A la
vez, la otra persona entrega también su cuerpo y uno lo puede
acariciar con las palabras, hablarle con las manos, susurrarle lo que
le salga de la vida, mostrarle lo que quiere que sepa, dar cobijo,
hacer que la otra persona sepa que el abrazo es una entrega, que,
además del cuerpo, se está entregando el cariño, o sea, uno mismo.
Los
abrazos acercan, igualan, relajan, emocionan, te permiten querer,
hacen que te sientas querido y expresan, como ninguna otra acción
puede hacerlo, que el sentido de la vida está en el amor, en el amor
mutuo, en el amor a los otros, en el amor a la vida y en su
expresión.
Deberíamos
abrazarnos más.
Buenas noches. Un abrazo.
jueves, 19 de mayo de 2016
miércoles, 21 de octubre de 2015
lunes, 23 de junio de 2014
Buenas noches. De paseo
Como siempre que puedo y no hay ninguna
obra que me lo impida, hoy he salido a andar, a poner el cuerpo en
ejercicio para que no se aburra de estar siempre en la misma postura
y para que gaste energía.
Primero, me llamaron la atención dos
mujeres que vi casi seguidas, una a pocos metros de la otra. La
primera de ellas era alta, delgada, vestida con una camiseta de
tirantes y unos pantalones negros, de mediana edad. Me fijé en ella
desde lejos, porque había algo en sus movimientos que no me
resultaba habitual. Noté que eran sus brazos, concretamente el
movimiento de sus brazos. Era como si le pesaran y mostraban una
cadencia y una sensación de relajación que chocó un poco con el
estado en el que yo iba mientras andaba. Me dio que pensar y me di
cuenta de lo conveniente que es intentar controlar nuestra reacción
ante lo que pueda ocurrir. No ganamos nada adelantando posibles
acontecimientos, estando tensos o pensando en lo peor. Vale más
procurar relajarse, respirar hondo y vivir el presente de la forma
menos enervada posible. Creo que es muy importante no perder el
control sobre nosotros mismos. La relajación que mostraban los
brazos de aquella mujer deberían ser un símbolo del estado de
nuestro ánimo.
Casi a continuación, en una mañana
calurosa que invitaba a quitarse de encima la mayor cantidad de ropa
posible -o toda-, me crucé con una mujer de apariencia musulmana,
cubierta con un pañuelo que le dejaba ver sólo la cara, y vestida
con unos pantalones y una especie de abrigo que le llegaba hasta los
pies. Era como las vírgenes de las iglesias católicas, a las que
sólo se les ve la cara y las manos, aunque sin corona. Pensé que,
en su situación cultural, Alá -un hombre-, a través del profeta
Mahoma -otro hombre- y por medio de su imam -otro hombre- o de su
esposo -otro hombre- le habían hecho sentirse obligada a ir vestida
de esa manera tan poco higiénica y tan poco racional. No hubiese
sido raro verla acompañada de un hombre con un atuendo mucho más
fresco. Mientras las mujeres, por ser mujeres, tengan que cumplir
órdenes masculinas, poca justicia habrá en el mundo. Me dio pena
aquel ser humano en el que se detectaban tan pocos detalles
racionales.
Luego, ya de vuelta, pasé junto a un
carril bici que ocupaba casi toda la acera. Una señal indicaba que
la velocidad máxima debía ser de 20 km/h. Sin embargo, dos
ciclistas me adelantaron circulando por él con una rapidez
endiablada. Iban echando una carrera entre ellos, sin importarles
demasiado, al parecer, las personas que andábamos por allí. Esta
mentalidad neoliberal, que la derecha nos está metiendo en las
costumbres y que fomenta que cada cual haga lo que le dé la gana sin
tener en cuenta a nadie, va a costar mucho erradicarla. A ver quién
convence a estos alcaldes, que sólo miran a los ricos, de que a la
población hay que cuidarla y educarla y que no se pueden permitir
caprichitos de descerebrados por las calles.
Diez kilómetros, con la excusa de ir a
comprar fruta a un sitio que estaba más allá de la gran puñeta.
Buenas noches.
miércoles, 30 de abril de 2014
Buenos días. Aire
La felicidad es posible que empiece
cuando puedes llenarte de aire los pulmones y expulsarlo
relajadamente durante todo el tiempo que puedas. Buenos días.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Buenas noches. La hoja del árbol
Te diría que, si es posible, no
estuvieras mucho tiempo contemplando paisajes urbanos. No suelen
tener más que distancias cortas, generalmente son feos, se repiten
con frecuencia y te dejan la mente abotargada. Intenta contemplar la
Naturaleza. Mirar con detenimiento y con deseos de admirarla una sola
hoja de un árbol te puede resultar más relajante que una tarde
viendo ladrillos o, no digamos ya, delante de la televisión.
Pruébalo. Buenas noches.
viernes, 3 de mayo de 2013
Buenas noches. Estrés
Ya sabes que no todo lo que existe se
ve. Hay cosas agradables, como la belleza, que no la vemos. Vemos a
una persona bella, pero la belleza, como algo aislado, no la vemos.
Lo mismo pasa con la justicia, con la igualdad o, sin ir más lejos,
con los colores. El verde, solo, como el color verde, no se ve. Vemos
cosas verdes, pero el verde como tal no lo vemos. Y hay también
otras cosas negativas, que desgraciadamente existen, pero que tampoco
se ven. Se ven sus efectos, pero a ellas no se las ve. Una de estas
es el estrés. Un lamentable invento de la modernidad que hace que
nuestro mundo nos sobrepase, que nuestro yo pierda su autonomía y se
entregue a tareas excesivas, en el tiempo o en la intensidad, para
lograr sobrevivir.
Yo creo que cada cual debe tener sus
propias estrategias para frenar el estrés. A mí me es muy eficaz
cualquier actividad que sea creativa. Yo creo que no hacer nada no
relaja. Lo que te deja nuevo es inventar, hacer algo nuevo,
contemplar la Naturaleza y descubrir en ella lo que no sospechabas.
También la música tiene un alto poder para arrastrarte a
situaciones menos tensas. Y, claro, los amigos. Poder sacar de dentro
lo que te duele es andar medio camino en la conquista de su solución.
Ahora, cuando nos refugiemos en el
mundo del sueño, vale más encontrar la relajación controlando la
respiración, profunda, suave y confortable. Con los hombros bien
abajo, porque cuando estás en tensión, los tienes arriba.
Recordando lo agradable del día, o del otro día, da igual. Te
entretienes un momento en formar la nube de cariño que le regalas
cada noche a quienes quieres y enseguida caerás en la espesura del
bosque de los sueños. A ver si hay suerte. Buenas noches.
jueves, 29 de noviembre de 2012
Buenos días. Relájate
Una forma estupenda de encontrar
relajación es la de contemplar la Naturaleza. No se trata
simplemente de ver, sino de contemplar, es decir, de pararte a
descubrir la belleza, la armonía, los colores, las formas que se dan
en la Naturaleza. Un árbol, una hoja en una rama, una flor, la brisa
moviéndolas, las gotas de agua sobre la hiedra, el verde del césped,
los colores del cielo, todos estos regalos de la vida son fuentes de
placer y te relajan, si te olvidas del mundo y procuras extraerles su
belleza. No te prives hoy de hacerlo.
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