¿Dónde
está el límite entre la admiración y el culto? Alguien puede tener
una experiencia religiosa, aceptar la realidad de un ser superior y,
como consecuencia de esa superioridad, rendirle culto. Yo no estoy
cerca de esa experiencia, pero entiendo que pueda darse. Lo que no
acabo de entender es que ese culto se establezca entre seres humanos.
Ningún exceso de debilidad o de admiración justifica, creo yo, ese
culto de feligrés devoto que a veces observo en la vida diaria. No
me parece sano.
Buenas noches.