Debes criticarlo todo. En primer lugar,
esto que te digo. Y, también, lo que oigas, lo que leas, lo que
pienses. Critica lo que vayas a defender, pero antes de defenderlo.
Critica lo que haces y lo que veas que hacen los otros.
Criticar algo es ver si vale o no vale
y por qué, qué parte de ese algo puedes asumir y qué parte no
puedes hacer tuya y por qué.
No podemos crecer como seres humanos
sin habituarnos a la crítica. No basta con un 'me gusta' o un 'no me
gusta', ni con un sentimiento, por muy fuerte que sea, ni con hacer
lo que 'se' hace. Hace falta saber por qué o, por lo menos, intentar
saber el por qué de todo. Sólo puedes ser tú de verdad si integras
la crítica en tu vida. Sería bueno que esta noche criticaras lo que
te suelo decir a estas horas y que lo asumieras o lo rechazaras. Por
mi parte, te envío una nube de cariño bien cargada, después de
haber pensado críticamente si lo hacía o no. Buenas noches.