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martes, 1 de noviembre de 2016

Buenas noches. Los difuntos y las ganas de vivir



Días para pensar en los difuntos, en quienes estuvieron aquí y ya se fueron. Días, también, para pensar en la muerte.

No deberíamos tener ningún miedo a pensar en la muerte. A veces veo en algunas personas un gran rechazo a reflexionar sobre este asunto que, desde el principio, tiñen de negro, de temor y de huida. Creo que habría que rechazar este punto de vista y considerar la muerte de otra manera.

Por una parte, me parece que hay que ser un poco más valientes y aceptar con entereza, pero con certeza, que, aunque no queramos, nos vamos a morir. Esto no es un hecho todavía, afortunadamente, pero es cierto.

Y, por otra, hay que sacar de esta certeza una consecuencia muy positiva: si me voy a morir, tengo que emplear ya, ahora, todo el tiempo que tengo para vivir. Es ahora cuando tengo verdadera urgencia por vivir, por sacarle a la vida todo el jugo que tiene, por no dejar para mañana la vida que hoy puedo vivir.

¿Te imaginas que no nos fuéramos a morir nunca? ¿Haríamos algo? ¿No nos daría lo mismo hacer una cosa hoy que dentro de un año o que pasados mil años? Si no nos muriésemos, posiblemente no haríamos nada, no habría prisa por vivir, no viviríamos. Uno de los aforismos del libro dice: “Si fuéramos inmortales, viviríamos como muertos”. Es esto lo que quiere decir.


De manera que corre a vivir, que tus días sean días intensos y que la alegría de sentirte vivo sea la que se te note en cada momento. Pero hazlo ahora, antes de que te mueras, que luego no va a haber tiempo. 

Buenas noches.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Buenas noches de difuntos.





El 'Día de los difuntos' de los católicos, la 'Noche de difuntos' de Halloween, la 'Noche de los muertos' de los mejicanos. ¿Qué sentido tienen estas celebraciones?

Como siempre, tienen el sentido que tú quieras darle. Puedes sumergirte en la nostalgia, recordando en la penumbra a los seres queridos que se fueron y olvidándote de que existes. O puedes también considerar que la muerte forma parte de tu vida, que es la parte más cierta y segura de tu vida. Como decía Heidegger, somos seres para la muerte. Acepta que te vas a morir. No te engañes, pero, una vez hecho esto, aprovecha la vida, vive cada día, no desperdicies ni un minuto. La vida está para vivirla, no para perderla en actividades estúpidas, dormitivas, anestesiantes o que te aminoren. Llena todo lo que tengas que llenar. Disfruta de la aventura gloriosa de sentirte vivo, de sentirte viva. Vivir es urgente. Vivir es, también, un arte, el de saber crear tu propia vida de la manera más humana posible.

Te sugiero que te lo plantees. Está tu vida en juego. O tienes ganas de vivir o es que la muerte te ha atrapado ya entre sus garras. Buenas noches.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Buenos días. Difuntos




Cuando yo era chico, los profesionales de la religión hablaban estos días de los difuntos y de la muerte, nos metían el miedo en el cuerpo y nos proponían un plan bastante triste y sacrificado para andar sin pena ni gloria por esta vida e ir ganándose la otra, que era el objetivo para el que nos habían depositado aquí. Porque no nos pusieron en el paraíso directamente, sino que, antes de que se diera ese posible gozo definitivo, teníamos que ponernos a prueba en esta vida, superar todas las dificultades, incluido un juicio final, y después vendría ya lo bueno.

Hoy todo este asunto me cae muy lejos. Me viene bien esto de recordar a los difuntos porque me hace presente la idea de que me voy a morir, de que soy mortal, de que esto de la vida puede acabar en cualquier momento. Si no nos muriésemos nunca, ¿qué interés tendríamos en hacer nada, con toda la eternidad por delante? No sería posible disfrutar de la vida. Nos volveríamos perezosos, nos daría igual todo, a nadie se le ocurriría vivir la vida con intensidad.

En cambio yo, ahora, tengo unas ganas enormes de vivir, tengo urgencia de vivir. Sé que el número de mis días es limitado y que en cada uno de ellos dispongo sólo de 24 horas para vivir. Si hoy no vivo, pierdo un día de vida, y eso es lo peor que se puede hacer. El arte consiste en montárselo cada cual de manera que la vida le sea satisfactoria. Lo primero es querer vivir con intensidad. Lo segundo es cómo hacerlo. Esto sí que es de mucho pensar, de mucho leer y de mucho hablar. ¿Cómo compaginar y estructurar asuntos tales como la felicidad, el amor, el construirse como persona, la humanidad, los otros, los valores, las injusticias, el mal, la cultura...?

No se puede vivir de cualquier manera, pero lo primero es decidirse a vivir, concentrarse en esta tarea, la única, a la que hemos sido convocados. Es seguro que la muerte llegará, pero antes aún tenemos que hacer una barbaridad de cosas. ¡Pero ya!