He aprendido que la felicidad es una experiencia propia, pero siempre viene de haber cooperado a la felicidad de otro.
He aprendido que nunca hay que imponer los propios criterios a nadie. Puede que así se desperdicie la posible felicidad de dos personas.
He aprendido a sufrir con los propios límites, pero siempre con la esperanza de ser capaz de superarlos.
Piensa en el Bien. Respira hondo. Descansa. Buenas noches.