Tampoco manifesté mucho respeto por la dueña, doña Berenguela, quizá porque el nombre parecía más bien gracioso. Sin embargo, cuando me matriculé en Historia, aunque la época medieval no era la que más me interesara y en las clases tampoco brillara este personaje, me interesé por él y acumulé algunos datos. Hoy sé más de ella, porque en los pasados meses se han producido impactantes revelaciones, y su figura ha crecido extraordinariamente, al menos a mis ojos...
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