Tengo que poner aquí esta noticia. Me lo piden mi cabeza, mi corazón, mi torrente sanguíneo, inundado de adrenalina, mi dignidad y mi única seña de identidad: la de un ser que quiere ser humano y vivir en un mundo libre de mierda en donde se pueda ser libre.
Copio la noticia que trae El País del 1 de noviembre. Sólo cabe añadirle un puño cerrado por la rabia, unas lágrimas, una sensación de impotencia y un gesto profundo de asco.
Te pongo también un video que he tomado de Youtube a través de una página terrible (por el realismo de su contenido) de la venezolana Martha Colmenares. El vídeo es muy muy duro y muestra que la vida también es muy dura.
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Copio la noticia que trae El País del 1 de noviembre. Sólo cabe añadirle un puño cerrado por la rabia, unas lágrimas, una sensación de impotencia y un gesto profundo de asco.
Asha: adolescente, violada y lapidada
La joven acusada de adúltera y ejecutada por islamistas en Somalia tenía 14 años
La joven acusada de adúltera y ejecutada por islamistas en Somalia tenía 14 años
Ni era una mujer, ni tenía 24 años, ni era una adúltera. Si hay un país en el mundo en el que lo malo se convierte en peor, ése es y desde hace décadas, Somalia. Y la historia de Asha Ibrahim Dhuhulow, la supuesta mujer de 24 años lapidada en público el pasado lunes en la ciudad portuaria de Kismayo, es sólo un reflejo. Porque no era mujer, sino casi niña. Asha no tenía 24, sino 14 años. No había cometido adulterio. Había sido violada por tres hombres del clan más poderoso de la ciudad. Ayudados por el tribunal islámico impuesto por las milicias integristas de Al Shabab, la muerte a pedradas de la menor sirvió para borrar todo rastro del crimen. (...)
Te pongo también un video que he tomado de Youtube a través de una página terrible (por el realismo de su contenido) de la venezolana Martha Colmenares. El vídeo es muy muy duro y muestra que la vida también es muy dura.
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