No me gustan los individualistas,
porque me parecen de ideas y comportamientos inhumanos. Me gustan aún
menos las masas, porque pueden ser muy injustas, cruel e
irracionalmente injustas. Mi única esperanza son los pequeños
grupos. Sólo en ellos parece que es posible el diálogo, la
comprensión, la buena voluntad, el cariño y la calidad humana.
Buenas noches.