España es un país en el que si se
muere un expresidente, se monta la de dios; si pierde un partido de
fútbol un equipo grande, se monta la de dios; si a algún mindundi
se le ocurre montar una bronca en la tele, se monta la de dios; si te
ponen una multa, se monta la de dios. La de dios es un montaje de
mucho cuidado, pero suele durar un día o dos y luego se olvida,
porque cada poco se monta la de dios por algo.
Y, sin embargo, si sigue habiendo seis
millones de parados, si la brecha entre ricos y pobres sigue
aumentando, si la educación está de pena, si la sanidad está de
muerte, si la justicia está de risa triste, si la juventud tiene las
puertas cerradas, si el país y los paisanos van un poco más atrás
cada día, ni se monta la de dios ni la de nadie. Aquí, para que no
pase nada, tienes que hacer una muy gorda, porque si lo que te ocurre
es una trivialidad, como morirte o decir una estupidez, entonces se
monta la de dios. Buenas tardes.