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lunes, 29 de marzo de 2021

Dicho antes. Mi piel soy yo




29 de marzo de 2016

 Lo que importa es la piel. Puede que nos atraiga más a primera vista la forma, la silueta de su cuerpo, pero lo que nos puede unir a alguien como un árbol a su raíz es la piel. Lo que nos seduce es la piel. Lo que hace que nos quedemos con ella es la mente, pero lo que nos llama y nos hace sentir con una fuerza que puede superar nuestro deseo es la piel.

Y su piel era limpia, tersa, fina, casi sin poros ni manchas que distrajeran la atención de una mirada detenida.
-Ahora que te has tatuado buena parte de tu piel, ya nunca podrás desnudarte del todo -le dije.
Me miró sorprendida y y mantuvo su mirada con una atención concentrada, como si su pensamiento no supiera si intentar primero comprender lo que había oído o saber quién era aquél cliente ocasional que se había atrevido a sorprenderla aquella tarde con tan chocante afirmación.
Yo sabía que en el pasado el tatuaje había sido un símbolo de identificación con un colectivo, una forma de sentir la compañía de los iguales en situaciones adversas o difíciles. Eso era lo que les llevaba a los marinos o a los presos, por ejemplo, a lucir en sus brazos y en sus pechos nombres o figuras que les recordaban partes ausentes de su mundo y que les unían a quienes vivían una situación similar.
No sé si ahora el simbolismo del tatuaje es el mismo. Es posible que en la actualidad tenga más bien algo de huida de una forma de ser, de un modelo de persona con el que no le gustaría a uno que le asociaran. O de no sentirse miembro de un mundo tradicional, vacío, hueco, moribundo en el que nos encontramos tantas veces. No sé si hoy el tatuaje tiene más de intento de diferenciarse que de identificación con otros, porque tampoco parece que quienes se tatúan la piel se sientan formando parte de un grupo determinado, con características comunes.
-Es posible que tengas razón y mi piel ya no pueda mostrarse desnuda del todo, porque parte de ella está cubierta por los tatuajes, pero con ellos me estoy desnudando también el alma. Lo más importante de mi vida lo llevo escrito en mi piel. Cada uno de mis tatuajes tiene un significado muy importante para mí. Son mis vivencias, mis recuerdos, mis experiencias -me dijo.
Confieso que me quedé muy sorprendido, no sólo por lo que me respondió, sino porque aquello revelaba, no un mero capricho por adornarse el cuerpo, sino una racionalidad, una manera de pensar que yo no había imaginado nunca. Y añadió:
-Sé que esta estética y esta forma de tratar el propio cuerpo no le gusta a todo el mundo, pero es la mía y a mí sí me gusta.
A mí me gustaba mucho más la piel de aquella mujer que su tatuaje, pero entendía que su argumento era de mucho peso y que a nadie sensato se le ocurriría rebatírselo. Le dije:
-No sé si yo sería capaz de besar con pasión una piel así. No sé si podría deslizar mis labios por algo que no me parece una piel de mujer. Es posible que me pudiese acostumbrar. No lo sé. Tu piel es preciosa, pero ahora es una piel pintada, es otra cosa.
Con una sonrisa con la que me pareció que me quería decir que me comprendía, pero que yo también debía comprenderla a ella, me contestó:
-Yo soy así. Esta soy yo. Esta es mi piel. Mi piel soy yo.

miércoles, 27 de enero de 2021

Dicho en el pasado. Manos




27 de enero de 2020

 Cada cual sabe lo que son unas manos bonitas.

Las manos, quizá por su propia estructura, ofrecen muchas posibilidades para que se muestre en ellas la belleza: la longitud de los dedos, la forma de las uñas, la tersura de la piel o la ligereza de los nudillos.

Pero, como en todo lo bello, el tiempo, esa suave e inexorable brisa que nos empuja a todos hacia donde él desea, se ceba en ellas.

En el tiempo las manos conservan siempre su belleza, pero cada día más como en un recuerdo, como invitando a que imaginemos lo que fueron a partir de lo que vemos.

Las manos van mostrando también lo mejor de la vida de la persona a quien pertenecen, sobre todo, si esa vida ha transcurrido llena de amor y de cariño.

En la forma de las manos van quedando las huellas de las caricias con las que han obsequiado a quienes han querido.

Cada día las manos se van adaptando a esas otras manos que le acompañan en la vida, se van moldeando para compenetrarse con ellas.

Su textura va dejando de ser la de la suavidad de una piel joven, para convertirse en la de una piel cálida, acostumbrada a mostrar el cariño con el suave movimiento acariciante de los dedos o con la generosa presión de estos sobre los del acompañante.

Las manos de la persona amada terminan siendo parte de nuestra propia piel, sentimos su discurso, notamos sus peticiones, sus deseos o sus dudas.

A veces las manos dicen más que las palabras que salen de la boca.


lunes, 27 de enero de 2020

Buenos días. Manos



Cada cual sabe lo que son unas manos bonitas. 

Las manos, quizá por su propia estructura, ofrecen muchas posibilidades para que se muestre en ellas la belleza: la longitud de los dedos, la forma de las uñas, la tersura de la piel o la ligereza de los nudillos. 

Pero, como en todo lo bello, el tiempo, esa suave e inexorable brisa que nos empuja a todos hacia donde él desea, se ceba en ellas. 

En el tiempo las manos conservan siempre su belleza, pero cada día más como en un recuerdo, como invitando a que imaginemos lo que fueron a partir de lo que vemos.

Las manos van mostrando también lo mejor de la vida de la persona a quien pertenecen, sobre todo, si esa vida ha transcurrido llena de amor y de cariño. 

En la forma de las manos van quedando las huellas de las caricias con las que han obsequiado a quienes han querido. 

Cada día las manos se van adaptando a esas otras manos que le acompañan en la vida, se van moldeando para compenetrarse con ellas. 

Su textura va dejando de ser la de la suavidad de una piel joven, para convertirse en la de una piel cálida, acostumbrada a mostrar el cariño con el suave movimiento acariciante de los dedos o con la generosa presión de estos sobre los del acompañante. 

Las manos de la persona amada terminan siendo parte de nuestra propia piel, sentimos su discurso, notamos sus peticiones, sus deseos o sus dudas. 

A veces las manos dicen más que las palabras que salen de la boca. 

Buenos días.

jueves, 25 de julio de 2019

Buenas noches. Barbas




Dice Theodor Kallifatides en su libro 'Otra vida por vivir', Galaxia Gutenberg, 2019:
“La muchacha era una preciosidad. El muchacho, un patán. ¿Qué le veía? Y encima llevaba barba, que en ese entonces volvía a estar de moda. Yo solía explicar a los jóvenes legos que, tradicionalmente, los hombres se dejaban crecer la barba cuando ya deseaban mantener distancia con las mujeres. Ahora es lo contrario. Los pelos en la cara volvían a ser símbolo de hombría”.

Nunca me han gustado las barbas, ni en mí ni en los demás. Dudo de que ahora existan esos símbolos tan delimitados. Más bien creo que cada cual tiene sus gustos y hace con sus pelos lo que quiere. Yo prefiero la piel limpia. De pelos y de todo.

Buenas noches.

martes, 16 de octubre de 2018

Buenas noches. Inquietud




Me inquieta esa creencia infantil en que una moda de hoy va a ser definitiva, esa renuncia a reconocer la belleza de la piel por sí sola, ese afán por dirigir la mirada hacia unas figuras pintarrajeadas, en lugar de hacerlo hacia la forma del propio cuerpo, esa estética de tan escasa calidad con la que se decora la piel como si fuese un mural, esa ingenua pretensión de aparentar ser modernos por fuera, aunque por dentro se participen de las ideas más rancias y trasnochadas, ese deseo de ser como todos o de ocultar más cuerpo que nadie, esa inconsciente participación en el negocio mundial del tatuaje, tras el que ya empieza a aparecer el más caro negocio de su eliminación. Lógicamente, allá cada cual. 

Buenas noches.

viernes, 13 de mayo de 2016

Los viernes, etimologías. 111. Productos animales III



CUERO

En latín era corium, y de ahí coraza. Pero la palabra pertenece a una familia gigantesca que nos lleva a una raíz común, ker, que cubre un amplio campo de significados en torno a la idea de cortar. En distintas lenguas esta raíz ha dado distintas palabras: sánscrito kartati (cortar), prusiano kersle (hacha), germánico skeran (cortar), de donde viene nuestro arcaico esquirar > esquilar. De esta raíz son esgrimir y esgrima, del francés eskermir (luchar) y escaramuza, del occitano escarmussar (sostener una refriega). Con vocalismo a, la raíz kar es origen de carne y de carnero (animal del que solo interesa la carne) y Carnaval. En grado cero kr con sufijo -to tenemos curtus > corto, escorzo (acortando según las leyes de la perspectiva), latín cortex, corteza, y corcho (parece que entra en castellano desde el mozárabe). En catalán escorxar es desollar un animal y escorxador, el desollador.

Volviendo a cuero, es tanto la piel de los animales como la del hombre. En cueros significa desnudo, corito también significa, en la Castilla profunda, desnudo.

El cuero ha sido en la Historia un material importantísimo, para prendas de vestir, y sobre todo para el calzado; como soporte de la cultura escrita, el pergamino sustituyó al papiro en época romana, y conservó la cultura, hasta el desarrollo del papel a fines de la Edad Media. Es también el material más ligado al fetichismo y al sadomasoquismo.

PIEL

Ya hablé de esta palabra, referida a la piel humana, al hablar, de junio a septiembre de 2015, de las partes del cuerpo humano. Como allí dije, viene del latín pellis. Derivados de piel son pelliza, pellizcar, peletería y un doblete, película por vía culta y pelleja por vía popular. La raíz indoeuropea pel4 da en inglés fel-men, membrana, de donde viene el actual film. A mí esta pareja, película y film, palabras hermanas, de la misma raíz, me parece realmente fascinante. Del mismo origen indoeuropeo son en griego πέlας (pelas, piel), y πέλτη (pelte, adarga hecha de cuero, la que llevaban los peltastas). La piel ha servido al hombre de vestimenta desde la época de las cavernas (¿esto será algo seguro?, supongo que no tenemos más pruebas que los raspadores de piedra utilizables para acondicionar las pieles), está en la Mitología: el vellocino de oro, o las pieles de pantera de las ménades; ha sido señal de lujo a lo largo de la Historia, hasta llegar a la condena social de hoy día. 

Volviendo al fetichismo, yo no creo que tenga la piel hoy día el erotismo que se atribuye al cuero, aunque "La Venus de las pieles" de Sacher-Masoch sea el libro fetiche del sadomasoquismo.

CERA

Del latín cera, la palabra es similar al griego κηρός (kerós), pero no parece que sea un préstamo entre una lengua y otra, se cree que ambas derivan de una lengua preexistente, o sea del fondo léxico mediterráneo. Esta es la hipótesis de más peso. Pero, si vimos que miel es una palabra compartida abundantemente por las lenguas indoeuropeas, no es extraño que la cera también fuera una palabra común, y en esta línea se encuentran en lituano korys y letón kare.

CUERNO

Y aunque su utilidad sea relativa, la palabra cuerno tiene un origen, el latín cornu, común con el griego κέρας (keras), el inglés horn, sánscrito crengan. Bueno, esto de los cuernos... mejor lo dejamos.


martes, 29 de marzo de 2016

Mi piel soy yo



Lo que importa es la piel. Puede que nos atraiga más a primera vista la forma, la silueta de su cuerpo, pero lo que nos puede unir a alguien como un árbol a su raíz es la piel. Lo que nos seduce es la piel. Lo que hace que nos quedemos con ella es la mente, pero lo que nos llama y nos hace sentir con una fuerza que puede superar nuestro deseo es la piel.

Y su piel era limpia, tersa, fina, casi sin poros ni manchas que distrajeran la atención de una mirada detenida.

-Ahora que te has tatuado buena parte de tu piel, ya nunca podrás desnudarte del todo -le dije.

Me miró sorprendida y y mantuvo su mirada con una atención concentrada, como si su pensamiento no supiera si intentar primero comprender lo que había oído o saber quién era aquél cliente ocasional que se había atrevido a sorprenderla aquella tarde con tan chocante afirmación.

Yo sabía que en el pasado el tatuaje había sido un símbolo de identificación con un colectivo, una forma de sentir la compañía de los iguales en situaciones adversas o difíciles. Eso era lo que les llevaba a los marinos o a los presos, por ejemplo, a lucir en sus brazos y en sus pechos nombres o figuras que les recordaban partes ausentes de su mundo y que les unían a quienes vivían una situación similar.

No sé si ahora el simbolismo del tatuaje es el mismo. Es posible que en la actualidad tenga más bien algo de huida de una forma de ser, de un modelo de persona con el que no le gustaría a uno que le asociaran. O de no sentirse miembro de un mundo tradicional, vacío, hueco, moribundo en el que nos encontramos tantas veces. No sé si hoy el tatuaje tiene más de intento de diferenciarse que de identificación con otros, porque tampoco parece que quienes se tatúan la piel se sientan formando parte de un grupo determinado, con características comunes.

-Es posible que tengas razón y mi piel ya no pueda mostrarse desnuda del todo, porque parte de ella está cubierta por los tatuajes, pero con ellos me estoy desnudando también el alma. Lo más importante de mi vida lo llevo escrito en mi piel. Cada uno de mis tatuajes tiene un significado muy importante para mí. Son mis vivencias, mis recuerdos, mis experiencias -me dijo.

Confieso que me quedé muy sorprendido, no sólo por lo que me respondió, sino porque aquello revelaba, no un mero capricho por adornarse el cuerpo, sino una racionalidad, una manera de pensar que yo no había imaginado nunca. Y añadió:

-Sé que esta estética y esta forma de tratar el propio cuerpo no le gusta a todo el mundo, pero es la mía y a mí sí me gusta.

A mí me gustaba mucho más la piel de aquella mujer que su tatuaje, pero entendía que su argumento era de mucho peso y que a nadie sensato se le ocurriría rebatírselo. Le dije:

-No sé si yo sería capaz de besar con pasión una piel así. No sé si podría deslizar mis labios por algo que no me parece una piel de mujer. Es posible que me pudiese acostumbrar. No lo sé. Tu piel es preciosa, pero ahora es una piel pintada, es otra cosa.

Con una sonrisa con la que me pareció que me quería decir que me comprendía, pero que yo también debía comprenderla a ella, me contestó:

-Yo soy así. Esta soy yo. Esta es mi piel. Mi piel soy yo.


viernes, 12 de junio de 2015

Los viernes, etimologías. Partes del cuerpo 2



PELO

Había en latín pilus y capilus, que han dado en castellano pelo y cabello. Los romanos decían que capilus es caput+pilus, el pelo de la cabeza, y no es descartable, cabello solo es el de la cabeza y pelo puede ser de cualquier parte del cuerpo. Derivados son pelaje, peluca, pelusa, pelícano, peliagudo, espeluznante y pelirrojo. Pelar en origen fue solo cortar el pelo, pero el significado se amplió, por el parecido con piel, a pelar cualquier cosa, una manzana, o incluso la pava. Pelota produce grandes discusiones, en el estadio de fútbol y en los libros de Etimología. Hay muchas teorías. Desde luego existía en latín pila, de origen desconocido, aunque los romanos decían que se llamaba así por estar rellena de pelo, de borra. El recorrido hasta la forma pelota presenta problemas. El caso es que en la Edad Media existe en francés pelote, de donde viene el español pelota. Otra acepción de pelota es la de la expresión estar en pelota, que significa estar sin ropa, a pelo, no refiriéndose necesariamente al vello púbico, sino a la cobertura natural, expresión parecida a estar en cueros.

PIEL
Del latín pellis. Derivados de piel son pelliza, pellizcar, peletería y un doblete, película por vía culta y pelleja por vía popular. La raíz indoeuropea pel4 da en inglés fel-men, membrana, de donde viene el actual film. Curioso, película y film son de la misma raíz.

CABEZA
Ya fue aludida en estas páginas (en la primera entrega, 28-III-2014). Viene del latín caput-capitis, o mejor dicho, del latín vulgar hispánico capitia. También vimos sus derivados: Caperucita, cabo (este sí viene de caput)... Alguno nuevo: capitalismo, cabizbajo, capullo, menoscabar, acabose. La raíz es indoeuropea, se detecta incluso en sánscrito, en griego kefalé, alemán haupt. El francés tête y el italiano testa vienen del latín testa, tiesto, de una broma, como llamar a la cabeza tarro. Otro origen bromista, como músculo. En portugués cabeça, en catalán cap y en euskera burua. El esperanto ha elegido kapo.

CRÁNEO
El latín tomó la palabra del griego kraníon, cabeza. También en griego existía kranos, casco de guerra. Pero la raíz ker- está en muchísimas lenguas indoeuropeas, de ella provienen jengibre, de origen sánscrito, el ruso korova, vaca, en polaco krowa, el escandinavo hreinn, reno, origen del español reno, el griego keras, cuerno, de donde queratina y rinoceronte, nariz de cuerno, y el bretón kern, cima. Esta raíz produjo en latín cervus, ciervo, cervix, cerviz, y cornu, cuerno (y no estoy haciendo un chiste), y de ahí Capricornio o corno, ese instrumento musical. También de esta raíz es el latín cerebrum, y por tanto cerebellum, diminutivo de cerebrum. Esto parece cerrar el círculo, cráneo y CEREBRO son de la misma raíz. Que no se cierra, porque aporta sangre la carótida, del griego karoo, adormecer, ya que apretando esa arteria se produce sopor. Migraña viene de hemicrania, porque solo duele media cabeza.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Buenos días. Abrazo 9





Cuando te abrazo, no es sólo que mis labios rocen tu piel, sino que quiero que tú entiendas lo que mis besos te dicen. Buenos días.

domingo, 9 de febrero de 2014

Buenas noches. Tu cuerpo





Tu cuerpo es bueno. Tu cuerpo es bello. Todo cuerpo tiene su propia belleza. Tu cuerpo no es sólo tu forma, es tu piel, es tu vida hecha materia. Ocúltalo si quieres, pero no te sientas en la obligación de hacerlo. Tu cuerpo es tuyo y puedes hacer con él lo que quieras. Tu cuerpo eres tú. Buenas noches.