-Hay que huir de la monotonía, -me
dijo. En esta sociedad tradicional sólo hay pringados que repiten
hasta la saciedad el mismo modelo. Todos visten igual. Todos hacen lo
mismo. Todos aspiran a lo mismo. Hay que ser diferentes.
Observé que, con la intención de
querer ser diferentes, todos iban haciendo más o menos lo mismo.
Eran cosas diversas de aquellas de las que huían, pero también
muy parecidas entre sí, de manera que, queriendo alejarse de la monotonía y
procurando ser distintos, iban logrando, a su vez, ser muy similares.
Creo que error está en querer ser
diferentes. Se trata, más bien, me parece, de intentar ser uno mismo
y saber por qué uno es como es y por qué quiere ser como quiere.
Así han sido siempre los más grandes.
Buenas noches.