
Siempre me ha gustado rodearme de gente. Cada nueva persona que llega a tu vida, te aporta algo diferente, ya sea una mirada distinta a la tuya, una perspectiva desde la que nunca te habías planteado las cosas o una salida a un conflicto del que quizá ni tú misma te habías dado cuenta que había comenzado a ocupar todo el espacio de tu mente...
Puedes leer el artículo de Irene Fidalgo López pulsando aquí.
.webp)