Cada vez es más difícil hacer
cualquier acto humano en un espacio público.
No es sólo que sea desgraciadamente frecuente el uso de los espacios públicos como si fueran privados, sino que, además, están llenos de
estúpidos vociferantes; de seres sin la menor educación; de
cretinos que te niegan el espacio para estar, para pasar, para vivir;
de niñatos y de niñatas que viven como si estuvieran solos.
El
espacio público cada vez está más lleno de seres y más vacío de
humanidad.
Buenas noches.