Ir de guerra en guerra cansado, muy cansado, en busca de una paz inconstructible.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Son ya 18 días. Puede que lamentablemente queden muchos más. Tengo un nudo, no sé si en el estómago o en la mente. Ese nudo me lo produce el pensamiento de que pudo pasar aquí. Ellos estaban como nosotros, viviendo el día, haciendo planes para un futuro más o menos lejano, disfrutando de la convivencia en el confort del hogar, pensando en las preocupaciones de la vida. Y, de pronto, casi sin avisar, te asaltan las preocupaciones de la muerte. Tienes que cambiar, aunque no quieras, el confort por la intemperie, el futuro por el momento presente, los planes por la huida.
En las guerras mueren seres humanos, se mata a seres humanos. Nunca hay motivo suficiente ni justo para matar a ningún ser humano. Ninguna guerra es justa.
Antes de las guerras, cuando se decide que haya guerra, mueren el respeto, la palabra, la racionalidad, la buena voluntad, la humanidad...
La guerra es el fracaso más violento del ser humano, pero el fracaso más cruel es el de las desigualdades.