Si te dejas dentro tus problemas, tus
dudas, tus sentimientos, tus deseos, tus afectos, tus preocupaciones
y tus sufrimientos, tendrás que hacer una dura y difícil digestión
de todo ello.
Lamentablemente, es posible que tu cuerpo lo acuse.
Suéltalo. Es más sano. Siempre tendrás a alguien que te escuche.
Buenas noches.