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miércoles, 23 de octubre de 2024

Sin grandeza

 



¿Dónde escondimos la grandeza?

¿En qué fangos se hundió

para dejarnos este mundo

tan poco vivible para tantos?


Con la grandeza se fueron

los valores que nos hicieron concebir,

allá a lo lejos,

un mundo cada vez mejor.

Sin la grandeza que nos atraía

con la fuerza de la vida buena,

la alegría se convirtió en asco,

un asco creciente

que aparece en cualquier lugar,

en cuanto se ahonda un poco.


Desapareció la grandeza, y, sin embargo,

no nos dejó en su lugar la pequeñez.

Los niños son pequeños, pero

podemos aprender mucho de ellos,

y nos alegran la vida

y nos muestran valores que luego perderán,

en cuanto les traspasen las costumbres de esta sociedad.


No es la pequeñez

lo que nos encontramos sin grandeza,

sino la mediocridad.

Es el encumbramiento de lo aparente,

de lo fatuo,

del vacío repintado de purpurina,

de la estupidez interesada del bulo,

de la normalización y el gusto por la mentira,

de la afición desmedida de las masas

por tragar cualquier cosa

sin ver lo que se están tragando,

sin saber lo que se meten en las mentes

y en los cuerpos,

del rechazo del pensamiento

para refugiarse en el capricho

que quiere satisfacerse ya.


Es, sobre todo, el deseo

del dinero y de la velocidad.

La grandeza de la generosidad ha sido machacada

y se ha cambiado por la guerra contra todos

por el dinero.

La grandeza de caminar todos juntos

ya cuenta poco.

El nuevo rey de la creación es el ego.

El tamaño de ese ego vacío es

lo único grande que va quedando.


Si alguien desde algún poder

se propone

hacer algo por todos,

salen de sus cuevas como hienas

los muchos egos mediocres y necesitados

y se lanzan a la caza,

como sea, que vale todo,

contra quien osa suprimir

el individualismo,

la explotación,

el robo,

la mentira y

la mediocridad

del aire de esta vida.


Cada vez son más quienes

no soportan el perfume ciudadano de la grandeza y

prefieren el hedor nauseabundo de la mediocridad.

Sí hay salida, sí,

pero cada cual tiene que buscarla.  


sábado, 5 de octubre de 2024

El grano de arena



Granos de arena vistos en un microscopio.


 La degradación de lo humano, la mediocridad y la mala educación se van extendiendo tanto, que uno se ve sin capacidad para intentar enderezar un rumbo, individual y colectivo, que parece llevarnos fatalmente a la catástrofe. Nos queda solo el grano de arena personal, con el que ingenuamente espera uno resquebrajar la montaña, sabiendo que ni son maneras ni hay esperanza de conseguirlo. Y nos queda también la soledad de querer ser con los otros, pero observando que los otros con los que podría uno ser son cada vez menos, y sintiendo en tu interior cómo los ideales de ser humano y de un mundo bueno se van descomponiendo en granos de arena, con los que, como último recurso, se intenta inútilmente resquebrajar la montaña.

sábado, 24 de abril de 2021

Mediocridad




 Hace muchísimos años a unos abuelos simios se les ocurrió apoyarse solo en las patas traseras para así poder alcanzar con mayor facilidad los frutos de los árboles. Eso les cambió la estructura de la mano y pudieron agarrar mejor los palos y las piedras. En seguida comenzaron a sufrir una extraña sensación en la cabeza, que era signo de que en ella empezaban a aparecer ideas. Pronto notaron que la garganta les permitía emitir ruidos muy distintos a los gritos y aullidos a los que estaban acostumbrados. Eso les facultó para hablar, expresar las ideas y comunicarse. Desde entonces, los descendientes de aquellos abuelos saben que vivir es cocerse a fuego lento en el caldero de la existencia hasta conseguir un guiso que resulte sabroso y que dure sin estropearse el mayor tiempo posible. De ese cocimiento han ido saliendo genios, brutos, guerreros, cocineros, sexadores, futbolistas, políticos, psiquiatras o escritores. Todos ellos han ido generando mundos de diversa condición, unos más evolucionados y otros más nostálgicos del grito y las cuatro patas. Últimamente parece que en este discurrir ha aparecido un cierto estancamiento y que la mediocridad ha hecho acto de presencia con fuerza y con estruendo. A muchos de los nietos de aquellos abuelos no les importa hoy que sus actos, sus ideas y sus vidas sean de poca calidad, tirando a malos, ni que el guiso resultante sea vulgar y poco apetitoso. La mediocridad se va instalando sin remedio en las mentes y en el mundo de hoy, y se va convirtiendo en el signo de estos tiempos.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Buenas noches. Posturas




Ante un mundo mediocre, o francamente malo, como este caben, al menos, tres posturas. 

Una, la de huir hacia otros mundos inventados, presentes o futuros, a través de drogas, alcoholes, adicciones varias, miradas hacia otros lados o creencias en promesas de profetas. 

Otra, la de intentar crear un mundo mejor, aunque sea pequeño y dure solo unas horas, que sea más satisfactorio para todos. 

Y otra, quedarse quieto, aguantar, tragar, convertirse en uno más, adocenarse, hacerse insensible y morirse. Hay que elegir. 

Buenas noches.

martes, 24 de abril de 2018

Buenas noches. Elegancia




Se pueden perder muchas cualidades, pero nunca la elegancia. No podemos caer en la mediocridad, ni en la ausencia de ética, ni en la injusticia de ir a lo nuestro sin tener en cuenta lo que necesitan los demás o lo que les corresponde. La elegancia es mucho más importante de lo que creemos. 

Buenas noches.

sábado, 13 de enero de 2018

Buenas noches. Mediocridad



A los mediocres les gusta que les gobiernen los mediocres. 

Buenas noches.


domingo, 3 de diciembre de 2017

Buenos días. Mediocridad



La mediocridad suele aspirar a ser ampliamente compartida. 

Buenos días.


sábado, 20 de agosto de 2016

miércoles, 11 de febrero de 2015

Lo que veo. Mediocridad




Tengo un desagradabilísimo olor a mediocridad metido en la mente. Miro por la ventana y veo la cosa política hecha un desastre. 

Que la izquierda luche contra la derecha me parece muy importante, pero sólo veo batallitas internas mientras la gente sufre por ahí fuera. 

Veo una víctima débil, necesitada de apoyos fuertes y robustos, mucho más importantes que los de la lucha de partidos. Es la democracia, tan frecuentemente atropellada casi por cualquiera. 

No veo argumentos claros, ni racionalidad sana, ni reflexión que enamore, ni estrategia útil, ni grandeza humana, ni espíritu constructivo, ni visión de Estado. Sólo veo intereses, rencillas, despistes, empujones, contradicciones, negocios, egos, mediocridades. 

El pueblo, abandonado. El poder, vendido. La oposición, despistada. Los salvadores, metidos en la Thermomix sin que tengan clara la receta. Este jodido invierno me huele muy mal a mediocridad.

Buenas tardes.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Buenas noches. Salvar



Busquemos lo eterno, aunque no exista.

Vayamos a por ese momento que se salve del fluir de las cosas y que permanezca en la memoria vital con la fuerza de lo inmortal.

Tengamos el valor de despreciar lo mediocre, de rechazar lo condenado a morir en el olvido.

Seamos exquisitos a la hora de elegir lo que merecería la pena que fuese salvado de la muerte.


Buenas noches.

viernes, 4 de abril de 2014

Buenas noches. El rincón




La soledad no querida nos viene a veces, como de rebote, cuando no queremos hacer daño y nos callamos, cuando no queremos la guerra y huimos, cuando defendemos lo que no defienden los otros, cuando rechazamos el modelo de la mayoría. Son esos casos en los que nos salvamos de caer en la mediocridad o de morirnos en vida, pero nos refugiamos en un rincón hacia donde casi nadie mira. Buenas noches.

lunes, 25 de enero de 2010

Tanta gente...



Parece claro que hay un altísimo número de personas a las que les gusta que las exploten, que les obliguen a morir con dolor, que las espíen, que las engañen. Seres que ven bien la corrupción, o que no la miran aunque la haya, que valoran la mediocridad, el odio y el tocino de pueblo más que una salsa ligera, que adoran la ignorancia y que son capaces de dar su propia vida con tal de que mueran los otros.

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