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lunes, 2 de diciembre de 2013

Lo que veo cuando miro. Coherencia





He oído hablar mucho estos días de coherencia. Esta es una de esas palabras que me dejan un tanto intranquilo, cosa que también me ocurre con ciertos usos del término 'auténtico'. Cuando dicen de alguien que es 'muy auténtico', queriendo afirmar con ello algo positivo, me quedo un tanto perplejo, porque no acierto a entender lo que quieren decir. Creo que se puede ser un auténtico artista o un auténtico estúpido, pero ser sólo auténtico no sé lo que puede significar.

Lo mismo me ocurre con eso de ser coherente. Creo que ser coherente es algo así como ser consecuente con lo que se piensa. En este sentido, por poner un ejemplo, el PP es muy coherente. Piensan sus miembros que la mentira es útil y por eso mienten; creen que sólo ellos son dignos de respeto y por eso maltratan a los demás; defienden que todo vale y por eso actúan como lo hacen. Es verdad que muchas veces no hablan de acuerdo con lo que piensan, pero ellos creen que pueden hacerlo y por eso lo hacen. Son coherentes a su manera.

Me parece a mí que el valor real de un político no está tanto en su coherencia, sino en la eficacia de sus actos, en las consecuencias que pueda tener su gestión, siempre que se sitúen dentro de un marco aceptable de acción.

No tengo yo muy claro que negar la viabilidad de un pacto, como ha hecho recientemente el senador Tomás Gómez, por ser coherente con unas ideas defendidas por él sea una acción muy acertada políticamente. Tengo dudas sobre esto. Todo pacto implica una concesión, una renuncia a algunas ideas propias. Si no se admite esto, estamos negando la posibilidad de que existan pactos, acuerdos, y con ello la posibilidad de organizar la vida de manera que quepamos todos. En cierto modo, se está renunciando a la política y se está actuando como suele hacerlo el PP: o se hace lo que yo quiero o no se hace nada. No creo que sea esta actitud lo que necesitemos actualmente, sobre todo cuando crece el deseo de que se rompa el bipartidismo y se tengan que establecer gobiernos de coalición, que no sé cómo se podrían lograr con esa actitud. Tengo la impresión de que en algunas ocasiones una explicación bien clara de lo que se pacta y de por qué se pacta tiene más valor que una acción testimonial. Buenas tardes.

lunes, 15 de abril de 2013

Buenos días. Sé tú




¡Qué diferentes somos todos! Hay entre nosotros personas más reflexivas y menos reflexivas, cariñosas y menos cariñosas, más pendientes de los demás o no tanto, habladoras o más bien calladas. No tenemos por qué aceptar a nadie en nuestro círculo, pero si lo hacemos, tenemos que aceptarlo como es. Eso no quita para que debamos estar todos abiertos al diálogo, a aprender, al posible cambio. Pero cada cual cambiará sólo si quiere. Y, sobre todo, amigo, amiga, piensa como creas que debes pensar, siente como de verdad sientas y di lo que entiendas que debas decir. Sé siempre tú.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Nudismo


Hace tiempo que veo a personas de derechas que dicen, ingenua o interesadamente, que son de izquierdas y personas de izquierda, que por motivos un tanto raros, se creen de derechas. No sé si será por la crisis, por el cambio climático o por una paulina caída del caballo, pero estoy percibiendo últimamente que se están desnudando y que están apareciendo como realmente son, no como decían que eran. Para algunos, la coherencia puede traerles una cierta decepción. Pero a muchos les va a dar igual.

martes, 27 de abril de 2010

Ideologías


No sé cuál es la función que cumplen las ideologías en algunas personas. Conozco a algunas de derechas que, siendo coherentes con sus ideologías, defienden la no intervención del Estado en la vida económica, pero que cuando a ellas les va mal, no dudan en pedir que el Estado les arregle su situación interviniendo y favoreciendo sus intereses. Conozco también a otras que se reconocen de izquierdas y que, en lugar de enviar a sus hijos a la escuela pública, lo cual no entraría en contradicción con sus ideologías, los tienen inscritos en la privada, afirmando ingenuamente, además, que les gustan los valores que les transmiten allí.

¿Para qué quieren sus ideologías estas personas, si dicen pensar de una manera y, en cambio, viven de otra? ¿Qué función psicológica cumplen en ellas las ideologías? Desde luego, la de ser un criterio según el cual andar en la vida no es. ¿Será la de alimentar e intentar justificar un cierto odio hacia determinadas personas o hacia determinados sectores de la sociedad?

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