El pasado día 6 de septiembre tuvo
lugar en Valladolid, en los preciosos jardines de la Casa de
Zorrilla, la presentación del volumen V de la serie
Generación Subway, subtitulado Espíritu de
jazz y publicado por la editorial Playa de Ákaba. Acudieron al acto una docena de autores, que hablaron de
sus relatos o leyeron un extracto de los mismos.
Yo acudí con el
mío, dedicado a Billie Holiday, titulado La soledad de
Eleanora. En el acto actuó el cuarteto Free Spirit
Jazz, que nos obsequió con media docena de temas. Mi
agradecimiento a la editorial Playa de Ákaba, a Noemí
Trujillo y a Mónica Sánchez, las dos ausentes, pero
presentes, y a Tere Oteo, a Elías López de la Nieta y
a Enrique Eloy de Nicolás, que llevaron perfectamente el acto
de presentación.
Yo aproveché la oportunidad para estar
con mi amiga Cristina y con Fer, su marido. Dos
personas buenas, simpáticas, cariñosas, generosas y queridas. De
Cristina todo lo que diga es poco. Me regaló mucho de su tiempo y de
su cariño e hizo que fuese para mí un placer enorme estar allí.
Conocí también un magnífico lugar, a
mitad de camino entre bar y restaurante, el Villa Paramesa, en
cuyos fogones Jose hace sorprendentes maravillas, Alicia
mantiene una bodega de mucha calidad, con la mayoría de los vinos
servidos en la barra en botellas magnum, y el resto del personal
atendiéndote con una actitud que les honra.
Noté la ciudad con más alegría, con
el arte que ha tenido siempre, acrecentado con una exposición
temporal de esculturas del Bode Museum, de Berlín, titulada
Últimos fuegos góticos, que recomiendo a todo el
mundo, y con una amabilidad en sus ciudadanos muy notable. Yo me
quedé con muchas ganas de volver a Valladolid, aunque no tenga
ningún texto que presentar. A ver si hay suerte pronto.