El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Si te estás quieto, no suele pasar nada, pero si te mueves, la vida con sus luces y sus sombras, sus alegrías y sus disgustos, cae sobre ti y te hace sentir vivo, al módico precio de reír o de llorar, de estar alegre o de estar triste. Si tiendes a la estabilidad, a la tranquilidad, al sosiego, huyes de la vida. Es la paradoja, la contradicción que encierra la vida. La vida es guerra. La paz es para el sepulcro.
Cuanto más intensamente quieres vivir,
más te encuentras con que en la esencia misma de la vida florece la
paradoja y se ofrece hermosa allí, para quien quiera acercarse a
ella y comprender, por ejemplo, que si necesitas amor, lo que tienes
que hacer primero es darlo tú.