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domingo, 16 de junio de 2019

Buenas noches. Suciedad




Noto una gran insensibilidad en la sociedad para lo limpio. Cada vez más la gente pone los pies encima de cualquier asiento y deja allí sus sucias huellas, o se sienta en el suelo de cualquier lugar (tremendo el momento en el que una enfermera le dice a un ignorante de veintitantos años que se levante del suelo, que es una guarrada sentarse en el suelo de un hospital), o escucha argumentos o inventos sucios, al estilo de los que suelta Trump, como si eso fuera algo normal, o pone las manos en donde le parece, como si aquello estuviera pulcro, o las ciudades cuidan menos la limpieza. La suciedad nos va a devorar. 

Buenas noches.

domingo, 31 de agosto de 2014

La mugre de Alcorcón


Si quieres, amigo lector o amiga lectora, contemplar una ciudad limpia, cuidada, resplandeciente, higiénica y, aunque parezca una redundancia, civilizada, ni se te ocurra venir a Alcorcón. Y si no tienes más remedio que venir, procura no pisar la Avenida de las Retamas, una de las calles más transitadas de la ciudad. El alcalde advenedizo que nos cayó encima en las últimas elecciones tiene absolutamente abandonada la limpieza de la ciudad, para gozo, al parecer, de sus votantes y castigo de los que no lo fuimos. Hay tramos en los que la suciedad se ha convertido en una costra negra que tapa el color inicial de las baldosas. Por el suelo se pueden encontrar deposiciones de perros y de todo tipo de aves, que se han instalado a sus anchas en unos árboles que no se han podado desde hace años. Las hojas de los árboles forman -ya antes del otoño- una alfombra resbaladiza que se une a los restos de cualquier cosa que encuentras por el suelo. No quiero ni pensar en la mugre ni en las bacterias que nos habremos llevado a casa quienes hemos pasado alguna vez por esta avenida. Con todo merecimiento creo que Alcorcón se ha convertido en el modelo de ciudad que quiere el PP.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Pintadas y educación en Alcorcón




Abundan por la zona en la que vivo -y por otras también- unos individuos que se dedican a pintar fachadas con sus firmas y sus palabras distintivas. No me atrevo a llamarlos enfermos, pero estoy convencido de que tienen graves problemas de personalidad que les llevan a afirmar su ego en paredes ajenas y a darle a la ciudad un aspecto de barrio de paletos monotemáticos de estética deplorable.

El caso es que al Gobierno de la ciudad, del PP, le ha dado por 'arreglar' el problema y ha sacado a la calle una cuadrilla de pintores, que portan una buena colección de enormes cubos de pintura de diversos colores y que se dedican a pintar encima de las pintadas, creando así una sobrepintada que se suele ver enseguida, porque contrasta con el color original de las fachadas. Claro que estas sobrepintadas, en las fachadas de ladrillo, quedan muy mal, porque pintan también el espacio entre ellos, y lo que hacen es crear una superficie más lisa que la anterior, la cual aprovechan los grafiteros para pintar encima de la sobrepintada y mantener el problema hasta el infinito.

Siempre he pensado que estos percances ciudadanos son el fruto de la mala educación. Muchos padres están muy despistados y no le dicen a sus hijos ni esta ni otras muchas cosas que deberían tener en cuenta para convertirlos en personas educadas. ¿No se podría usar la TV para ilustrar a los ciudadanos sobre conductas responsables? Me parece que podría ser muy eficaz una campaña en los colegios e institutos en los que se razonara con los alumnos sobre por qué estos comportamientos no se deben hacer y sobre las consecuencias judiciales y económicas que tendrían si detienen al grafitero. Pero, claro, estos catetos ignorantes e incívicos que nos gobiernan tienen mucho interés en quitar de en medio las asignaturas en las que se deberían tratar estas cosas: Educación para la ciudadanía y Ética, por ejemplo. Estos extraños seres antropomorfos que nos gobiernan prefieren gastar el dinero en asesores (¡qué asesorarán, con las cosas como están!) en lugar de en profesores, y así nos va.

En su profunda ignorancia, estos aficionados al gobierno no alcanzan más que a entender el significado de la palabra gasto. Al del término inversión, no llegan. Por eso no creen que la educación mejoraría la vida de las personas, aunque es muy probable que esto último tampoco entre dentro de sus preocupaciones. Seguramente que el dinero que ahorrarían ilustrando convenientemente a los alumnos sería grande, pero son incapaces de entenderlo. Malos tiempos estos.


Obsérvese la variedad de colores en las sobrepintadas. Todo muy bonito.





Vea aquí la costra que adorna el suelo de las cercanías de algunos bares.





jueves, 30 de diciembre de 2010

Una cosa vulgar



Jack dice que es extremadamente limpio, pulcro y puro. No se mezcla con la gente ni participa en actos sociales por no contaminarse ni con la porquería que lleva encima la chusma, ni con la suciedad que genera la plebe, ni con las costumbres tan insalubres que practica el populacho. Si Jack se mirara el alma, a lo mejor tenía menos impedimentos para relacionarse con los otros  y se daría cuenta de que gracias a que dice mantener su esencia impoluta y a que se sitúa tan lejos de la realidad, no lo quiere nadie.

Además, es mentira que sea tan limpio, pulcro y puro. Jack es un golfo impresentable, que tiene la mente asquerosamente sucia, pero juega a ir enmascarado. Una cosa vulgar.