Está la realidad, en la que tienes
puestos los pies. Está la imaginación, que es una creación tuya,
pero que está anclada en la realidad. Y está, también, la
fantasía, que es otra creación, pero que ha perdido cualquier
relación con la realidad. Convendría que supiéramos en qué nivel
se sitúan nuestros deseos.
Buenos días.