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miércoles, 25 de septiembre de 2013

miércoles, 1 de mayo de 2013

Buenas noches. La intención




Miro la realidad social y política española y me vienen a la memoria los años en los que fui director del instituto en el que estaba. Fueron años duros porque en el sistema español un director de instituto no tiene gran poder de decisión. No es, por ejemplo, como en Francia, sin ir más lejos. Aquí el director está en medio de una red de influencias, de peticiones, de órdenes y de intereses en donde es muy difícil hacer las cosas bien. Recuerdo que yo me planteaba al principio a favor de quién tenía yo que enfocar mis esfuerzos, quiénes eran los que daban sentido a mi actuación, quiénes deberían ser los objetivos prioritarios. Porque allí apretaban la inspección, los profesores, los alumnos, los padres, los conserjes, los proveedores y alguno que pasaba por allí, cada cual con sus cosas, con su poder y con sus exigencias. Me di cuenta enseguida de que lo que tiene sentido en la enseñanza es lo mejor para los alumnos, sin que eso signifique lo peor para los demás. Pero el objetivo prioritario debería ser que los alumnos estuvieran en las mejores condiciones posibles para que su rendimiento fuera el mejor. Me pareció que eso era ética y profesionalmente lo mejor.

Y traigo esto aquí porque viendo la situación política española y la actitud de este Gobierno que tenemos, que no sólo no se atreve a llevarle la contraria a los ricos y a los privilegiados, sino que está destrozando brutalmente todos los derechos que se habían conseguido anteriormente, me parece que su actitud ni es buena profesionalmente ni lo es éticamente. Son malos tiempos estos que nos han tocado vivir.

Y en estos malos tiempos es bueno que nos refugiemos un rato en nuestro pequeño o gran mundo de amigos y amigas en quienes podemos confiar y con quienes podemos ver la vida de manera más humana. Por eso me gusta acordarme de ellos y de ellas en el momento en que lo agradable y lo placentero es lo más necesario, ese momento en el que desconectamos y nos abandonamos para volver mañana con los ánimos más cargados. Reparte todo el cariño que puedas y que quieras. Buenas noches.