13 de octubre de 2016
Nos quejamos de que nunca nos tocan las loterías, cosa que suele ocurrir, pero no nos fijamos en que hay otras loterías que sí nos tocan. Por ejemplo, nos toca la lotería cuando encontramos a alguien que nos escucha; o que tiene con nosotros un detalle inesperado; o que nos pregunta cómo estamos, con la sana intención de intentar ayudarnos, si es posible; o que nos regala su tiempo, tan valioso como el nuestro; o que se le nota que está con nosotros. Estos y muchos otros también son premios gordos.