Le gusta sobresalir, ser más que los demás. Es así de débil. No se basta con él mismo y necesita la admiración de los otros. Los bobos lo adoran, pero con el resto no puede. No tiene estatura para hacerse notar, así que suple la admiración con la obediencia e intenta que los demás estén a su alrededor de rodillas. Lo que en realidad es un secuestro de la libertad de los otros, él lo vive como la evidencia de la altura que lo diferencia de los demás. Es el dictador.
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