El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
La vida termina cansando. La intensidad
acaba agotando. Por eso suele aparecer una cierta pereza que invita a
la quietud, al descanso. Es una pereza buena, pero siempre que no
sea, ni mucho menos, la actitud que nos domine.