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domingo, 25 de junio de 2017

Buenos días. Paradoja




La vida está trufada de paradojas. Una de ellas es la de que es la humildad la que nos hace grandes, mientras que la soberbia nos empequeñece, la mayor parte de las veces, hasta el ridículo. 

Buenos días.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Paradojas



La felicidad nunca hay que buscarla, porque se esconde. Es muy suya. La vida nos regala la felicidad cuando actuamos humanamente, cuando el mundo es mejor con nuestra actuación. Son pequeños momentos, pero hay que estar conscientes y atentos para saborearlos cuando aparecen. Yo creo que el amor nos hace ser felices, pero siempre que no amemos para conseguir la felicidad, sino para conseguir la de la otra persona. Son, me parece, las paradojas de la vida. 

jueves, 28 de julio de 2016

Buenas noches. Sensibilidad




Habría que procurar tener una sensibilidad cuidada, propia de seres humanos sensatos y bien formados. Sólo con ella seríamos capaces de captar lo valioso de la vida, que no siempre aparece pronto, sino que muchas veces permanece recubierto de velos, que hay que saber suprimir para que resplandezca lo humano. Hay que observar mucho y preguntarse mucho para lograr que la vida se desvele y nos muestre su esencia, su paradójica y misteriosa esencia. 

Buenas noches.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Tú primero




En la vida hay cosas indemostrables porque superan el alcance de la razón para hacerlo. Vas buscando algo que necesitas, pero no lo encuentras, y si te quedas ahí, te hundes. Hay, no obstante, una posibilidad que resulta paradójica, ilógica, absurda y, además, hay que tener ganas de vivir para probarla. Se trata de que pongas tú antes lo que no encuentras, de que des tú lo que quieres que te den, de que tengas el gesto chocante y altanero de ofrecer tú lo que necesitas. El resultado te sorprenderá, estoy seguro. Si te vuelcas, no te caerás.

martes, 29 de noviembre de 2011

Si te vuelcas, no te caerás



En la vida hay cosas indemostrables porque superan el alcance de la razón para hacerlo. Vas buscando algo que necesitas, pero no lo encuentras, y si te quedas ahí, te hundes. Hay, no obstante, una posibilidad que resulta paradójica, ilógica, absurda y, además, hay que tener ganas de vivir para probarla. Se trata de que pongas tú antes lo que no encuentras, de que des tú lo que quieres que te den, de que tengas el gesto chocante y altanero de ofrecer tú lo que necesitas. El resultado te sorprenderá, estoy seguro. Si te vuelcas, no te caerás.