Lo he confirmado escuchando la radio. En esta sociedad, tan poblada de desconocedores que no paran de hablar, de acomplejados que disparan enseguida su reacción, con la que intentan sentirse mejor, y de intolerantes siempre dispuestos a levantarse contra lo diferente, quien tenga algo que decir o que hacer lo tiene muy difícil. Absurdamente difícil.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
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sábado, 16 de julio de 2022
jueves, 31 de octubre de 2019
Buenos días. Tolerancia
Se toleran las ideas, pero no a las
personas. Las personas tienen todas la misma dignidad, piensen lo que
piensen. No hay que tolerarlas ni dejarlas de tolerar. Otra cosa es que unos sean más brutos que otros.
Buenos
días.
sábado, 2 de marzo de 2019
Buenas noches. Derechos humanos
Todo lo que quepa dentro de los
Derechos Humanos debemos tolerarlo. Con lo que quede fuera,
tolerancia cero.
Buenas noches.
viernes, 16 de marzo de 2018
Buenas noches. Mecanismo
No sé cuál será el mecanismo mental
y vital por el que en unos prende el amor, la buena voluntad y una
visión colectiva del mundo, y en otros, el odio, la intolerancia y
la discriminación. No sé si será cosa de la educación, del
carácter, del ambiente cultural o de la dotación neuronal.
Buenas
noches.
lunes, 10 de julio de 2017
Buenas noches. Soledad
Si ejerces tu libertad, es muy probable
que los intolerantes te dejen solo, abandonado, en compañía de tus
ideas. Pero esto no debe ser ninguna sorpresa.
Buenas noches.
viernes, 3 de marzo de 2017
domingo, 3 de julio de 2016
Buenas noches. La libertad y la igualdad
La libertad encuentra todo su sentido
dentro del marco de los Derechos Humanos.
Mientras se respeten los
Derechos Humanos, nadie puede moralmente intentar prohibir, suprimir
o retirar nada que hagamos en nombre de la libertad.
Estas acciones
contrarias a la libertad no pueden ser toleradas en el marco de los
Derechos Humanos.
Hay que ser sumamente intolerantes con quienes van
en contra de los Derechos Humanos o actúan al margen de ellos.
La
libertad tiene toda su razón de ser dentro del ámbito que se genera
cuando se reconoce la igualdad de derechos para todas las personas.
Buenas noches.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Ser tolerantes ¿siempre?
Me gustaría, por si sirve para
deshacer algún posible malentendido, intentar aclarar aquí qué es
lo que se entiende por tolerancia.
Ser tolerante consiste en permitir y
respetar las ideas, las creencias y los hechos de los demás, aunque
sean diferentes a los que uno mismo tiene. Es lo más alejado a
querer imponer a los demás la propia manera de entender la vida.
Quien pretende esto último se dice que es un intolerante.
La tolerancia es una virtud democrática
de mucho valor humano, pero tiene unos límites claros: no todo debe
ser tolerado. Si una persona defiende la conveniencia de matar a los
que piensan de otra manera o de tratar a las mujeres como seres inferiores, no se le
deben tolerar esas actuaciones. ¿Dónde está el límite de lo que se debe tolerar? En la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Dentro del marco en
donde se respeten los Derechos Humanos, todo debe ser tolerado, pero
ante todo aquello que viole tales derechos, hay que mostrar la más
firme intolerancia o, con denominación más actual, una tolerancia
cero.
Los Derechos Humanos marcan, pues, los
límites dentro de los cuales es posible una vida humana y éticamente
admisible. Hay, sin embargo, en nuestra sociedad una tendencia, cada
vez más fuerte, que reclama tolerancia para todo lo que favorezca
los intereses de los defensores de esa tendencia. Esa forma de pensar
es la que se denomina neoliberalismo, para el que no hay límites en
la actuación humana, ni en lo económico ni en lo social. Su lema es el ya sabido 'Todo vale', en nombre
del cual prácticamente cualquier actuación está permitida. Se
puede explotar salvajemente al obrero, se pueden suprimir derechos,
se puede molestar a los ciudadanos, se pueden hacer leyes que vayan
en contra de las personas o se pueden hacer guerras al margen de los
organismos internacionales.
Este 'Todo vale', este todo debe ser
tolerado cala también en los comportamientos habituales de las
personas, quienes, a fuerza de no recibir una educación que las
convierta en ciudadanos libres y responsables, van perdiendo la
noción de respeto, de la vida como el lugar en el que debemos caber
todos, de la conveniencia de no molestar. Frente al carácter social
de la vida, que se manifiesta desde los primeros hasta los últimos
momentos de la existencia, estas personas imponen un individualismo
egoísta, sin que importe nada que no sea el hacer en cada momento lo
que les apetece.
Si se observa la vida en cualquier
lugar de la ciudad, comprobaremos enseguida cómo hay seres humanos
que van haciendo ruidos innecesarios y molestos, que tratan a los
demás como si fueran basura, que ni se les ocurre pensar que en los
lugares públicos todos -no sólo ellos- tienen derecho a hacer lo
que quieran, pero sin interferir en la vida de los demás. Es un
estilo de vida salvaje, en donde vence el que grita más, el que más
tiene o el primero que llega, pero en donde lo humano brilla por su
ausencia. El uso de los espacios públicos -o sea, de todos- como si
fueran privados es un ejemplo cada vez más abundante de esta
mentalidad.
No hace mucho viajaba yo en tren y tuve
-tuvimos- que soportar durante todo el viaje a tres individuos que no
pararon de hablar a voces, como si el coche fuera el salón de su
propia casa. Nadie pudo dormir, ni leer ni estar a gusto porque estos
tres seres imponían su capricho a costa de los derechos de los
demás. Sólo pudimos estar tranquilos mientras estas tres personas,
incumpliendo lo que les decían por el altavoz y yendo en contra de
la propia lógica, se bajaban del tren en las cortísimas paradas
para fumar. El día anterior tuvimos que irnos de un bar, en donde se
había instalado un grupo de personas que gritaban como energúmenos
y que se reían haciendo tal ruido que era francamente molesto
permanecer allí.
Me llamaron intolerante por decir lo
anterior, pero creo que estos comportamientos maleducados, impropios
de un mundo humano, no deben ser tolerados. Nada de lo que sirva para
que en el mundo sólo quepan unos pocos debe ser tolerado. Todo lo
que escape del marco en donde se respeten a todas las personas debe
ser objeto de nuestra intolerancia.
lunes, 25 de febrero de 2013
No hay que tolerar el fascismo
Creo que hay que pararse un poco y
dejar bien claro un asunto. La tolerancia es un valor muy humano y
muy importante, siempre que se mueva dentro de unos límites marcados
por los Derechos Humanos y por la democracia. Fuera de estos límites,
un ser humano debe ser inequívocamente intolerante con todo lo que
encuentre. Deberíamos tener adquirida ya la costumbre de denunciar y
de protestar contra todo individuo que ensalce posturas
antidemocráticas, irrespetuosas o que no respeten los derechos de
todos los ciudadanos.
Dicho esto, parece cada día más claro
que el PP está lleno de individuos fascistas y antidemócratas que
se creen con el derecho de expresar sus opiniones en público sin que
nadie les exija que se callen. Últimamente ha sido un individuo
llamado Salvador Victoria, que, inexplicablemente, ocupa un puesto en
el poder y cuyo ejercicio se paga con el dinero de los ciudadanos, el
que nos ha insultado sin que su actitud haya sido convenientemente
censurada. Posiblemente este individuo se crea que el poder es suyo y
que tiene bula para decir disparates y para faltarle al respeto a los
ciudadanos. Ha tenido la osadía, la falta de sensibilidad humana, la
desfachatez ciudadana y el desparpajo en mostrar su escasa formación
y su nula preparación para desenvolverse en la ciudad, al equiparar
la protesta ciudadana del 23 de febrero con el golpe de Estado
ocurrido hace años un día similar.
Este tipo de manifestaciones, hechas
por personajes con poder político, deberían herirnos profundamente
porque son un atentado contra nuestra dignidad y contra la
convivencia pacífica de los ciudadanos. No deberíamos tolerar que
un insensato asilvestrado como este señor dijese esas barbaridades
insultantes en público y no le cesaran o no dimitiera. Deberíamos
acostumbrarnos a gritar contra este tipo de comportamientos y contra
todos aquellos que los encubren y que no reaccionan defendiendo a los
ciudadanos. O despertamos o va a llegar un momento en que va a ser
tarde.
No queremos a gente como Salvador
Victoria en el poder ni a encubridores como Mariano Rajoy y su banda.
Deberíamos tener claro que no debemos pagarle el sueldo ni darle el
voto a estos enemigos de los ciudadanos, so pena que seamos como
ellos.
domingo, 21 de agosto de 2011
jueves, 21 de abril de 2011
La santa intolerancia
Aún fastidiado por la injustificable prohibición de la procesión/manifestación atea de Madrid, acabo de acordarme de otra procesión que lleva a cabo cada jueves santo otra cofradía célebre, la de (san) Genarín, en León. Y no pasa nada, nadie se escandaliza, nadie excluye, todos conviven, todos caben. Se nota que la Ilustracion pasó por estas tierras madrileñas volando. Tienes aquí este enlace para que veas en qué consiste el asunto.
domingo, 10 de octubre de 2010
Malos olores / 3
Fotografía tomada del diario Público
Recuerdo a Kant expresando su admiración y su veneración al reflexionar sobre el cielo estrellado que encontraba encima de él. Leo en la siempre serena y edificante columna de Manuel Vicent en El País de hoy domingo, titulada Galaxia, que la Vía Láctea mide 100.000 años luz de largo por 20.000 años luz de ancho y que en ella puede haber 40.000 millones de planetas habitables como el nuestro. Una inmensidad frente a la cual la soberbia, el recurso a la violencia y la intolerancia del hombre no son más que caídas en el ridículo. Y aparece ante mis ojos un tipo llamado Josep Anglada, lider, al parecer, de un partido ultraderechista catalán, que con la cara como de un león selvático, la mirada de quien tiene peligrosamente claros unos prejuicios disfrazados de pensamientos y la boca como si ocultara el cañón recortado de un trabuco por donde pudiera salir una carga incendiaria en cualquier momento, lanza al aire lo peor que lleva dentro:
“Nos va a tocar a los valientes expulsar a los musulmanes de nuestro país”.
En su iracunda ignorancia no entiende nada de la inmigración y confunde, como tantos, a los inmigrantes árabes con los musulmanes, como si quisiera dar lugar a una nueva guerra de religión. En el Día de la Salud Mental, valiente tufo echan estos valientes.
lunes, 13 de octubre de 2008
¿En qué consiste actuar como un ser humano? / 2
Lo tomo del blog de hoy de Juan Cruz:
Y la intolerancia. La chulería del que se cree superior, del que no se sabe igual a todos los demás, la del que, por algún capricho absurdo, opina que no debe dejar vivir a los demás como ellos quieran.
Vaya mundo.
(Le dedico esta entrada con cariño a A.S., a la que quizás le tenga que pedir disculpas. En todo caso, lo hago ahora.)
.
...los agujeros antiguos de la intolerancia ignorante que tan arraigada
está en este país a veces abierto y a veces encerrado como un puño
mezquino.
La ignorancia. Acabo de hablar en clase del intelectualismo moral. Para actuar bien, hay que saber qué es el bien. El que actúa mal no es culpable, sino ignorante. Si supiera lo que es el bien, no actuaría mal. La ignorancia. La madre de todos los males, seguramente. Y, sin embargo, galopa con brío y toma posiciones y se adueña del mundo. Incluso es alabada. Y el ignorante se ríe del sabio.
Agujeros antiguos. La antigüedad. Otra lacra, propia de vagos vitales, que termina ligada a la ignorancia y generando sufrimiento.Y la intolerancia. La chulería del que se cree superior, del que no se sabe igual a todos los demás, la del que, por algún capricho absurdo, opina que no debe dejar vivir a los demás como ellos quieran.
Vaya mundo.
(Le dedico esta entrada con cariño a A.S., a la que quizás le tenga que pedir disculpas. En todo caso, lo hago ahora.)
.
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